Jon Lee Anderson: En Venezuela intentan hacer un país más cerrado y polarizado
El periodista criticó que el gobierno niegue los dólares a la prensa con el pretexto de la burocracia del control de cambio
En declaraciones para El Nacional, el escritor estadounidense Jon Lee Anderson aseguró que la polarización en Venezuela es un legado dañino que dejó el fallecido presidente Hugo Chávez y que ha empeorado con Nicolás Maduro.
“La situación en Venezuela se ha convertido en un pastel muy difícil de definir. La polarización empezó con el mandato de Chávez –aunque los chavistas dirían que mucho antes, pero él la definió y la hizo más palpable–, creo que fue un legado dañino y Nicolás Maduro obviamente es un hombre incapaz que lo ha hecho peor. Es muy triste porque intentan hacer un país más cerrado, más hermético, polarizado, antagónico y eso me resulta un espectáculo repugnante”, dijo el autor de El dictador, los demonios y otras crónicas.
Sobre la situación que en la actualidad presenta el diario El Nacional, que no ha recibido los dólares para la adquisición de bobinas de papel periódico, el periodista enfatizó que le parece increíble que Venezuela tenga tal desastre en la economía. “Me parece increíble la situación en Venezuela, que por razones aparentemente políticas le están negando el papel bajo pretextos burocráticos del control cambiario. Es un gobierno que ha hecho un caos de la economía”, afirmó.
—¿Cuál ha sido la vivencia que más le ha impactado como periodista?—Son muchas. La matanza de Uganda fue un hecho que me impactó, porque cuando el periodista cruza el umbral y se da cuenta de que no puede ser un simple observador y no puede hacer las cosas bien, tiene que presenciar la injusticia más atroz, que es una masacre, sin poder ayudar. Es quizás el momento en el que un periodista se siente más inútil.
—Usted ha dicho que el periodista nunca debe abandonar su condición como ser humano. ¿Cómo ha logrado hacerlo?—Aprendí rápido que uno tiene que ser humano sobre todas las cosas. Cuando fui a México, las horas después del terremoto de 1985, que fue devastador, había gente muerta en la calle y otros todavía atrapados bajo los escombros. Durante las primeras horas salí a cumplir con mi misión como periodista, y recuerdo que me acerqué a una mujer sentada cerca de un montón de sillas de niños, en las afueras de una escuela colapsada. Me le acerqué por detrás y le dirigí la palabra sin darme cuenta de que seguramente me estaba acercando a la madre de uno de los niños. Volteó hacia mí y con furia me dijo: ‘Vete buitre’. Eso fue muy aleccionador, sentí vergüenza y me hizo pensar que era una madre. Me sentí obligado, por mis editores, que me dijeron: ‘Oye Jon, lo que nos interesan son historias humanas’. Me di cuenta que nunca más haré eso. La gente necesita su espacio y no hay que violentarlo como periodistas.
—¿Cuál es su recomendación a los reporteros que cubren eventos bélicos para que ejerzan el periodismo sin restricción y sin ver amenazada su seguridad?—Cada vez es más difícil. Tengo seis amigos rehenes en Siria, amigos presos en Egipto y seis o siete amigos muertos en los últimos tres años. Asesinados, caídos en combate. Es muy peligroso, hacerlo no es fácil. Yo diría que hay que tener mucho cuidado, tener la ética íntegra y ser precavido, sobre todo no dejarse confundir por los lados en un conflicto. Es difícil pero no hay que dejar que un bando piense que tú sirves al otro.
—¿Como lo que ocurre en Venezuela?—Sí, exacto. En las atmósferas muy polarizadas resulta difícil mantener la integridad propia. Intentar mediar en una sociedad polarizada es peligroso y muy difícil, a veces es casi imposible de lograr.
—¿Se siente identificado con la frase "Jon Lee Anderson es el heredero de Kapuscinski"?—Me lo andan diciendo, mucha gente lo repite sin pensarlo mucho. Es un halago, pero no sé si alguien como Kapuscinski tiene herederos.
—¿Para usted es importante un premio?—No, no, más bien que la gente lo lea a uno, lo pase a otros y lo recuerden después por muchos años. Cuando tú dejas algo en la gente, ese es el mayor premio.
Jon Lee Anderson (n. California en 1957) es un periodista estadounidense que se ha especializado en temas latinoamericanos y más recientemente en las guerras posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001.on Lee Anderson se inició como periodista en Perú en 1979, como miembro del semanario The Lima Times. Se especializó desde entonces en temas políticos latinoamericanos, y ha desarrollado una escuela sobre la forma de escribir perfiles, habiendo realizado los de importantes personalidades mundiales como Fidel Castro,Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, Charles Taylor, Iyad Allawi, el rey Juan Carlos I de España, Saddam Hussein, y Hugo Chávez.
Ha escrito los siguientes libros:
- Inside the Liga (Al Interior de la Liga) (1986), sobre la Liga Mundial Anticomunista, financiada por los Estados unidos, y sus vinculaciones con la guerra sucia en América Latina y la formación de bandas paramilitares llamadas escuadrones de la muerte (en co-autoría con Scott Anderson)
- Zonas de Guerra: voces de los campos de matanza del mundo (1987), recopilación de testimonios tomados en cinco guerras (en co-autoría con Scott Anderson)
- Guerrillas (1992), sobre las guerrillas en El Salvador, Sahara Occidental, Gaza, Afganistán y Birmania
- Che Guevara: Una Vida Revolucionaria (1997), una de las biografías más importantes de Ernesto Guevara. Para escribirla se radicó en Cuba entre 1992 a 1995, con su esposa y sus tres hijos.
- La tumba del León: Partes de guerra desde Afganistán (2002), sobre la Guerra en Afganistán de 2001,
- La caída de Bagdad (2004), sobre el sitio y ataque a la capital durante la Guerra de Irak.
Ha escrito artículos para el New York Times, Financial Times, The Guardian, El País, Harper’s, Time, The Nation, Life, Le Monde, Diario Clarín, El Espectador, Prodavinci etc. Forma parte del staff permanente del The New Yorker.
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