A Cora Páez de Topel Capriles

A Cora Páez de Topel Capriles
A Cora Páez de Topel Capriles, gran amiga de Aziz Muci-Mendoza, él le recordaba al compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach, protagonista de la película franco-italiana "Muerte en Venecia" (título original: Morte a Venezia) realizada en 1971 y dirigida por Luchino Visconti. Adaptación de la novela corta del mismo nombre del escritor alemán Thomas Mann.Se trata de una disquisición estético-filosófica sobre la pérdida de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista.

domingo, 17 de agosto de 2014

Elogio de la tristeza... Rafael Muci-Mendoza

Mostrando image001.jpg

Elogio de la tristeza...

Rafael Muci-Mendoza



Si lloras por haber perdido el sol las lágrimas no te permitirán ver las
estrellas.

Rabindranath Tagore



Es el abatimiento que sigue a un golpe moral. Junto al miedo, la ira, el
asco, la alegría y la sorpresa, es la tristeza una emoción básica del ser
humano. Es esa expresión de profundo dolor afectivo que intenta drenarse
mediante el llanto, el rostro desencajado y abatido, el deseo de nada, esa
oscurana vital... Nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas se
derrumban o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que vivir
la vida misma con sus alegrías, frustraciones y sinsabores.

Mostrando image002.jpg

Veo las fotos y se me parte el alma en mil pedazos, cada una más dolorosa
que la otra; una más desgarradora que la otra. Emigran. Dos niños, de 4 y 6
años en compañía de su mamá en el Cementerio del Este ofrendándole un último
adiós a su padre, asesinado en el grandioso Cerro Ávila cuando un criminal
le cortó el hilo de la vida: sin una excusa, sin un motivo, sin detenerse a
considerar que tenía una vida hasta ese momento plena y llena de salud, una
vida que compartía con esposa, hijos, padres, abuelos, familiares y amigos.
Flores de papel de su hechura fue todo lo que sus manitas alcanzaron a
llevarle: el impoluto candor infantil. Ellos no comprenden por qué su papá,
tan amoroso como fue, ya no está..., el por qué de esa omega melancólica
tatuada en la frente de su madre y esa acuciante pena en sus abuelos, tíos y
primos, todos. Posiblemente llevarán la impronta de la culpa por lo
ocurrido, como no es inusual suceso en los niños: Un estigma grabado en su
ser a hierro y fuego que necesitará de horas en el diván de un analista para
medio borrarlos.

Es cierto, me dirán que es una tragedia diaria y anónima en mi país
involucionado que compartimos muchos, es un pálpito que tenemos todos cada
día, el de no ver un nuevo día, el de no volver a casa, a nuestra querencia
y a nuestros amores..., pero qué terrible cuando te golpea en la puerta de
tus afectos, muy cerca de tu corazón. La violencia homicida campea en
Venezuela a sus anchas en ciudades y pueblos: A pesar de la "censura
oficial" sobre el número de homicidios que se asegura existe desde hace tres
lustros en el país, es bien conocido que en el transcurrir de 6 meses de
2014, 2.900 cadáveres han llegado a la macabra morgue principal de Bello
Monte en Caracas; el año 2013 contó 25.000 y en los 14 años de odio
revolucionario, más de 200.000 compatriotas segados por armas y balas que
les ha suministrado el régimen. 79 por cada 100 mil habitantes. Todos los
que ya no están, con una historia anónima y tan terrible como la narrada,
pero ausentes de nuestros blindados ojos, de nuestra comodidad, de nuestro
acomodo cobarde.  Pudiera usted no creerlo: esto es lo que dejó el
vitriólico y destructivo discurso de Chávez y nosotros lo aceptamos. Ya no
llama la atención ni causa pena saber que mueren más venezolanos que en la
Franja de Gaza; que quedan más niños huérfanos que en esa lejana realidad.
La degeneración comunista dice que va a ocuparse de aquellos... En una
oración muy antigua puede leerse una maldición que los condena a sufrir
horribles tormentos el día en que la ira divina se aposente sobre sus
cuerpos o en el de alguno de sus seres más queridos.

rafaelmuci@gmail.com



Addendum



Queridos lectores:

Ya no estoy constreñido por la apretada faja de los 1800 caracteres con
espacios que el Diario El Universal bondadosamente me proporcionó por 13
años para que pudiera divulgar un total de 676 artículos de opinión, ni
tampoco por la oportunidad de sólo poder enviar una colaboración por semana.
Se cerró una ventana y se abrió una puerta, milagro divino... Dios sabe de
sus tiempos y debemos estar agradecidos y preparados para ellos...

Ahora, en razón de los numerosos correos solidarios recibidos, estoy seguro
de la fidelidad de mis leedores y de su compromiso en diseminar mis correos
a sus familiares y amigos. En El-Unipersonal escribiré en la oportunidad en
que desee, y con la paciencia y tolerancia de ustedes podré alcanzar mi fin.
Pronto les dejaré saber un link o enlace a un blog que se está estructurando
para colgar mis escritos.

La envidia va creciendo más y más en la medida en que más jóvenes desertan
de la educación formal porque el régimen comunista les quiere así,
ineducados y mostrencos, ávidos de la dádiva y ayunos del trabajo noble que
les dignifique; es la tristeza del bien ajeno, una pasión mansa, pasiva, que
se cura con la caridad. ¿Pero cuándo...? El resentimiento es una pasión
agitada, activa incurable, que sólo se satisface con el aniquilamiento del
que ha conseguido la gloria, aunque esa gloria, después, no aproveche al
resentido, triste y satánico envidioso. El resentido es, también, fauna de
todos los tiempos y de todos los países y no sólo de aquí, aunque en mi país
se han reproducido como acures.

La unión de la oposición debe llegar por alguna parte y debemos procurarla
con ahínco, pues de no estar sinceramente unidos nunca podremos vencer al
enemigo del país: el comunismo y sus serviles servidores. Dejen pues de
chuparse el dedo, no se dejen engañar por el CNE ni por la fiscalía vendada
y amordazada, hablen claro y sonoro y verán cómo el pueblo les acompañará...
Que la muerte de algunos sea el cemento que nos aglutine en esta Venezuela,
trozo del subSahara en que nos hemos convertido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario