Proyecto Colectivo concilia el trabajo de autor con el perfil participativo
Al ver las propuestas de Proyecto Colectivo podemos desdibujar las fronteras que aun separan las Artes Visuales y la Arquitectura. Miguel Braceli, arquitecto, fotógrafo, profesor de Diseño de la FAU (UCV), es quien conduce este proyecto. En una entrevista nos ha explicado cómo buscan reconfigurar espacios públicos en conexión con la participación del espectador
Muy probablemente para quienes vivimos el arte venezolano a diario, el nombre Miguel Braceli resulte familiar. Pero quizás más cercano nos resulte el nombre Proyecto Colectivo. Y es que desde hace poco más de un año, Braceli dirige, sin pausa, con poco descanso, esta plataforma que es conceptual, que es investigativa, que es estética, y que además nace del trabajo de autor, pero que no se queda en la interioridad o en la introyección de la autoría, sino que –o al menos por ahora– necesita extender sus ramas hacia los afueras, hacia aquellos espacios exteriores que no contemplan finitud. Sus propuestas conducen a obras abiertas y vivas, “de carácter efímero” –nos dice– porque sus materiales perecen, aunque podrían considerarse orgánicas.
Líneas de ensayo, Traslaciones y Biblioteca abierta son parte de sus obras. Tiendo a verlas como dinámicas que proponen estéticas referenciales pues en varios casos han reconocido homenajes e influencias de artistas y pensadores como Gego o como Carlos Raúl Villanueva. Todas manejan hilos comunes: espectador, trabajo en conjunto, arte y ciudad. Pero, escudriñando más en el qué a partir de este cómo (el trabajo colectivo, el carácter urbano –o pudiera leerse así–), decidí contactar a Miguel Braceli y hacerle el siguiente comentario elemental:
—Cuando investigo sobre Proyecto Colectivo encuentro que hay mucho trabajo, muchas ideas, pero realmente no doy con la raíz de lo que es…
—Proyecto Colectivo es una idea que he venido desarrollando desde hace tiempo y que se ha transformado progresivamente. Quizás esa ha sido tu dificultad para encontrar algo concreto porque existe una idea de que somos un grupo de personas, pero realmente no es tanto un colectivo creativo, sino que se trata de mi taller de trabajo desde donde es posible hacer intervenciones urbanas de carácter participativo. Y el nombre Proyecto Colectivo viene un poco haciendo honor a ese trabajo participativo donde el usuario, o el espectador, tienen un rol importante dentro de la obra. Es un espacio en el que hay varios tipos de trabajos, y por eso es que puedes ver cosas muy distintas, por ejemplo, en el caso de Líneas de ensayo es parte de un estudio que he venido realizando con mis estudiantes, es parte de una investigación dentro del taller-proyecto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, son exploraciones formales sobre el espacio que tienen que ver con el paisaje y cómo de alguna manera pueden generar nuevas dinámicas dentro del lugar donde se insertan, estableciendo diálogos con los cambios del paisaje, con sus transformaciones o con la disposición del lugar. Allí buscamos también generar un polo de atracción, de cambiar la manera en que se vive el espacio público, y hacerlo de una manera ligera en esa intervención que puede llegar a ser muy sutil, (por ejemplo, de noche se puede activar con la iluminación), pero básicamente busca intervenir el paisaje para cambiar las dinámicas que se generan dentro de la plaza.
Líneas de ensayo | Foto: Julio Mesa
Ciertamente son intervenciones sutiles de los espacios que permiten a quienes los transitamos tengamos otra manera de vivirlas. Por ejemplo, en Líneas de ensayos, que son especies de enramados y tejidos colgantes, han sido ubicados en espacios exteriores íconos como los jardines de la FAU o la Plaza del Hatillo y se logra revalorizar la experiencia, sobre todo la visual porque nos sustrae de la monotonía de lo visto a diario sin variaciones. “En el caso del Hatillo la idea fue terminar de potenciar un circuito cultural y gastronómico bastante marcado y ver cómo esta pieza –que está es un espacio intermedio entre Arte y Arquitectura– puede generar también un aporte desde el espacio visual, vendría siendo un complemento a todo ese sistema que ya existe.”, explica el arquitecto. Y, como mencionamos antes, son obras con un carácter abierto: “Es una línea de trabajo que ha estado presente también en la Facultad de Arquitectura. Ambas se llaman Líneas de ensayo para explicar que es un trabajo en proceso, que está en formación, además que es un trabajo que muchos artistas como Gego, venezolanos y no, han venido realizando. Nuestro interés es ver cómo a partir de una estrategia se reconfiguran espacios. En este caso hay una aproximación distinta a través de materiales más efímeros, más ligeros, que tienen la intención de producir efectos a partir de relación con la luz natural.”
En la FAU, Miguel Braceli ha venido realizando varios talleres de Diseño con sus estudiantes. “El tema era intervenciones del espacio con materiales precarios para establecer relaciones con la obra de Carlos Raúl Villanueva y cómo intervenir la universidad y las Síntesis de las Artes desde una idea contemporánea.” Para Braceli la participación del colectivo, del ciudadano que caminas las áreas pero también de quien le interesa hacer performance, son fundamentales. Por ejemplo, “Traslaciones es otra línea de trabajo que es claramente participativa. Tiene que ver con hacer obras donde el paisaje no se interviene con elementos tangibles sino básicamente con movimiento de las personas. Son performances, y a partir de allí hay una puesta en escena para la fotografía. Es una invitación a recorrer estos espacios para lograr una mirada diferente en el espectador y, a la vez, hacer de él un pigmento más para producir un nuevo paisaje con lo mínimo. Entonces es allí donde entra otra línea de trabajo participativa. En este caso el espectador es el que construye la obra con el movimiento.”
Una mecánica entre disciplinas
Proyecto Colectivo es una plataforma de arte que “concilia el trabajo de autor con el perfil participativo”. Pero en el centro de Proyecto se localiza un núcleo también valioso: y es ese intento por desdibujar las fronteras existentes entre las Artes Visuales y la Arquitectura, entendidas como disciplinas del saber. “Justamente intentamos manejar ese espacio intermedio entre Arte y Arquitectura y esas autorías donde se entiende que el espectador tiene un rol fundamental. Por ejemplo para el caso de la Biblioteca abierta se traen libros, pero hay una clara manera de disponerlos, hay además una intención importante en la elección del lugar. Esta obra se ha realizado en la Plaza Cubierta de la UCV, en la Plaza La Castellana, en la Sala Mendoza y en la Concha Acústica de Bello Monte. Y parte importante de este trabajo es que termina siendo una puesta en escena para la fotografía…”
Biblioteca abierta | Foto: Kathiana Cardona
—Sí, porque por ejemplo en la exposición que presentaron el año pasado en la galería Tresy3 se sentía como una muestra fotográfica…
—En Tresy3 se expuso el trabajo de estudiantes de Roberto Matta Taller de Fotografía quienes fotografiaron lo que vieron en la Concha Acústica. Muchas veces se trata también de manejar temas del land art pero con obras que trascienden el tema estético y conceptual en la medida en que hay un programa para el usuario. En este caso La Plaza se transforma en biblioteca así que ahí se forma un discurso que maneja códigos intermedios entre Arte y Arquitectura.
Proyecto Colectivo esta semana está planificando otra búsqueda. Se trata de ÁREA, “una obra que intenta acercarse a la idea de ‛lo público’ desde la ocupación efímera de una plaza”, en este caso la Plaza Caracas. Se llevará a cabo el día sábado 16 de agosto a las 4:30 p.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario