A Cora Páez de Topel Capriles

A Cora Páez de Topel Capriles
A Cora Páez de Topel Capriles, gran amiga de Aziz Muci-Mendoza, él le recordaba al compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach, protagonista de la película franco-italiana "Muerte en Venecia" (título original: Morte a Venezia) realizada en 1971 y dirigida por Luchino Visconti. Adaptación de la novela corta del mismo nombre del escritor alemán Thomas Mann.Se trata de una disquisición estético-filosófica sobre la pérdida de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Venezuela está toda gravemente enferma de la peste roja; su factor etiológico, el Socialismus pestis, su vector la ignorancia y su hospedero las ratas gobernantes.

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Elogio de la peste...

Rafael Muci-Mendoza



Venezuela está toda gravemente enferma de la peste roja; su factor
etiológico, el Socialismus pestis, su vector la ignorancia y su hospedero
las ratas gobernantes.

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A lo largo de los tiempos la peste bubónica caracterizada por fiebre, dolor
de cabeza, escalofríos, hinchazón y crecimiento inflamatorio de los ganglios
linfáticos especialmente inguinales y axilares -bubones- y finalmente
envenenamiento de la sangre -septicemia- y muerte, se ha constituido en el
arquetipo de gravísima y letal enfermedad infecciosa con enorme capacidad de
diseminación en una población dada, estimándose que más de 200 millones de
personas han sucumbido ante el embate de la bacteria que la produce: el
cocobacilo Yersinia pestis, nombre derivado de su descubridor, Alexandre
Yersin (1984) bacteriólogo franco-suizo; el vector de la enfermedad es la
pulga Xenopsylla cheopis que anida en roedores -especialmente en ratas- y
mediante las cuales la infección es vehiculizada al hombre.

Recientemente se ha recordado cómo las epidemias y la política, de forma
malsana, se nutren mutuamente al rememorarse el resonado caso de la epidemia
de peste bubónica de Caracas de 1908 que hizo su debut en La Guaira y donde
las autoridades asumieron su presencia en tono despectivo, llegando los
informes a ser considerados como ¨alarmas infundadas¨, y prueba de ello, el
informe escrito por Pedro María Cárdenas a Cipriano Castro donde asienta que
con relación a la peste, ¨hay más deseo de alarmar para el logro de
determinadas aspiraciones de lucro, que propiamente un verdadero
diagnóstico, dictado por la imparcialidad científica¨. Nuestro glorioso
bachiller Rafael Rangel, en mala hora, fue envuelto en la vorágine política;
recuérdese que Castro le había protegido y dotado su laboratorio de
numerosos aparatos e insumos; luego de haber enviado información telegráfica
de ¨no haber encontrado en los cultivos el cocobacilo de Yersin¨, la
propaganda oficial dictó la voz de ¨alarma infundada¨, lógicamente desvelada
por la rápida acción del restaurador de Venezuela... Veinte días después, en
abril de 1908 surgieron nuevos casos, se retomaron cultivos y se aisló la
bacteria. Ello condujo a la profunda depresión de Rangel y a su suicidio con
cianuro de potasio en su mismo laboratorio del Hospital Vargas de Caracas.
Nuestro venerado Maestro Félix Pifano (1912-2003), padre de la medicina
tropical venezolana, me comentó en una singular ocasión que el error de
Rangel fue el haber tomado las muestras para cultivos de bubones abiertos y
secundariamente infectados por otros gérmenes donde el cocobacilo ya no era
aislable. El venerable doctor José Gregorio Hernández le sugirió hacer
punciones en bubones íntegros, lo que condujo a la obtención de cultivos
positivos...

En la introducción de El libro negro del comunismo: crímenes, terror y
represión (1997) escrito por el Centre Nacional de la Recherche Scientifique
(CNRS), la mayor y más prestigiosa organización pública de investigación de
Francia, editada por  Stéphane Courtois, se asienta que  ¨...el comunismo
real [...] puso en funcionamiento una represión sistemática, hasta llegar a
erigir, en momentos de paroxismo, el terror como forma de gobierno¨. Las
investigaciones conducidas afirman que la cifra total de muertes... se
acerca a la cifra de cien millones¨; vale decir, una peste producida por
hombres malvados contra hombres confundidos e indefensos...

Venezuela está toda gravemente enferma de la peste roja, su factor
etiológico, el Socialismus pestis, ente de virulencia extrema, su vector la
ignorancia alimentada desde el poder y su hospedero las ratas gobernantes.
Su enfermedad es muy avanzada, en período de falla y multiorgánica, ningún
estamento social se ha librado de la pestilencia que ha envilecido el
colectivo: El denso velo de desinformación que cubre la Venezuela comunista
del infamante presente, ha atizado aún más la agravada enfermedad
espiritual, moral, ética de sus oprobiosos conductores que ha llevado a la
ruina económica y biológica de sus ciudadanos, a la miseria catastrófica, a
la castración simbólica mediante la pérdida de derechos humanos y la
intencionada carencia de escolaridad y educación, a la anomia, a la ausencia
de investigación científica, a la podredumbre judicial, al estamento militar
corrompido, al embate del hampa armada atizada y mantenida por el régimen, y
como corolario, la persecución de los que tenemos el deber de informar ante
el crecimiento exponencial de la malaria, del dengue y ahora de la fiebre
Chikungunya ante la inacción, indiferencia y supina incapacidad
gubernamental: los médicos.

¿Cuántas muertes violentas pueden contabilizarse en 15 años de
pestilencia...?, No, no me refiero a las 25 mil muertes de 2013 ni a los
4.600 homicidios entre enero y abril de 2014; les acuso del enorme
incremento de las enfermedades emergentes y reemergentes, de las endemias y
epidemias dejadas a su evolución espontánea, de las enfermedades crónicas y
sus fallecimientos prevenibles -cardiovasculares, metabólicos como la
diabetes, infecciosas como la infección por virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), la eclosión y el crecimiento de toda ralea de cánceres
ignorados, la epilepsia para la cual no existe medicación, las psicosis,
etc. -, pero particularmente la depresión y la tristeza por pérdida de la
esperanza, el luto por la privación de cercanía de seres queridos aventados
en cifra millonaria fuera del país, preciado músculo cerebral y afectivo tal
vez malogrado para siempre.

La conducción errática de la oposición por dirigentes hablachentos y de
pocas luces para inventar nuevas estrategias y hablar claro y sin miedo...
¿recuerdan aquella marcha multitudinaria de millón y medio de personas
dirigiéndose a Miraflores?, ¿Dónde están...?: por allí dispersos,
desconfiados, múltiples veces engañados: ¡Vamos a cobrar...! -nos dijeron-:
luego que ganamos las elecciones les invadió el culillo por las muertes
colaterales. ¿Qué habría sido de Venezuela si Bolívar hubiera pensado
igual...? ¿Cuántas muertes más han ocurrido desde entonces?, ¿Se justificó
el recule a última hora...? Necesitamos dirigentes valientes y arrojados
porque la pestilencia se mantiene y sigue creciendo...



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Aún así, conservo intacta la esperanza en Venezuela y su fibra democrática.
Estoy seguro que el pueblo despertará para comprender el significado del
regalo de 500 millones de dólares al África por el ilegítimo cuando en
nuestro país no hay tan siquiera acetaminofeno para paliar un dolor... ¡Una
bofetada más al dolor del venezolano!, ¡Qué inmoralidad...!

Nunca la noche es más oscura que cuando va a amanecer..., les invito pues a
resistir, a oponernos con fuerza e inteligencia a la maldad y a recordar que
la demora de Dios no es una negativa, que el tiempo de Dios es perfecto...

 rafaelmuci@gmail.comrafael@muci.com

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