A Cora Páez de Topel Capriles

A Cora Páez de Topel Capriles
A Cora Páez de Topel Capriles, gran amiga de Aziz Muci-Mendoza, él le recordaba al compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach, protagonista de la película franco-italiana "Muerte en Venecia" (título original: Morte a Venezia) realizada en 1971 y dirigida por Luchino Visconti. Adaptación de la novela corta del mismo nombre del escritor alemán Thomas Mann.Se trata de una disquisición estético-filosófica sobre la pérdida de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista.

domingo, 8 de marzo de 2015

Alirio Rodríguez: “El país es de exposición: todos estamos expuestos”

Alirio Rodriguez, artista plástico | Williams Marrero

Alirio Rodriguez, artista plástico | Williams Marrero
Asegura que la toda pintura venezuela ha sido floreciente

–¿Una aproximación pictórica a Ramo Verde?
–Guernica.
–¿Y a la oposición?
–La Rendición de Breda.
–¿Somos un país de exposición?
–Cuando sale a la calle el venezolano está expuesto. Si permanece en su casa, también lo está. Sí, definitivamente Venezuela es un país de exposición. Todos estamos expuestos.
–¿Un título para el cuadro nacional?
–“¿Qué le han hecho a nuestro país?”
–Algunos lo llaman “maestro del realismo mágico”. ¿Está moldeada Venezuela por esta corriente? 
–Mi pintura responde a un único llamado: “La Nueva Figuración Humanística”. En cuanto a lo último, hay gente que sólo intenta moldear a Venezuela en un mentiroso surrealismo mágico, que nada tiene que ver con el realismo.
–Gabriel García Márquez, Juan Rulfo y Manuel Quintana Castillo se ubican dentro del realismo mágico. ¿Qué lo une a estos personajes?
–Por lo antes dicho, nada. Quien ha leído mi “Carta a Nadie”, o algo de mis reflexiones, sabe que no existe relación alguna entre mi pintura y el “realismo mágico”.
–¿Ha adquirido ímpetu con la revolución su “Pintura Social”?
–Nunca he hablado de pintura social. Sólo he hecho referencia al “arte como social”.
–¿El arte de la revolución?
–No sé si los artistas de la revolución tienen una respuesta para eso. Ellos sabrán…
–¿Un artista revolucionario?
–Aquél que sea capaz de ir más allá de lo establecido en las dos dimensiones, si es un pintor verdadero.
–¿Su musa?
–Todo aquello que me llena de bríos y me encabrita.  
–¿Cómo llegar a los 81 años sin morir en el intento?
–Mar en calma. Mar embravecido… Norte cierto.
–¿Es la vejez un naufragio?
–¡Es un puerto!
–¿Se arrepiente?
–De muchos errores.
–¿Su pintor referencia?
–Miguel Ángel.
–¿Un pintor famoso y a la vez amigo?
–Entre la amistad y la fama, me quedo con la amistad.
–¿Artista modesto? 
–No sé, pero nada peor que tratar de aparentarlo.
–¿Un recuerdo infantil?
–Mi madre, mis hermanos y nuestra casa llena de rosales, sembrados por mi madre.
–¿Una pintura revolucionaria?
–Con la pintura no se juega.
–¿Una lectura?
–Filosofía.
–¿Qué extraña de las féminas de antaño?
–Todo. 
–¿El aroma y sabor de sus frescos?
–Pienso que a un sincretista le interese esta pregunta.
–De solicitarle el proceso un mural…
–No habría ni aroma ni sabor.
–¿Burgués?
–Persona.
–¿Una obra que proyecte a un gobierno de proletarios?
–Todo lo que sirva de propaganda.
–Alfredo Boulton afirmaba que los artistas eran “anormales”. ¿Su extrañeza?
–Cezanne y Van Gogh se referían a “la conducta del saber ver y el saber sentir”. 
–Si Vincent Van Gogh comía pintura amarilla, usted…
–Comería Isla Flotante.
–¿Su obra magna?
–Cuando se trata de tal, toda la vida de un artista es su gran obra.
–¿Qué dice cuando se mira al espejo?
–¡Qué vaina!
–¿La época de oro de la pintura venezolana?
–Desde Juan Pedro López, toda la pintura venezolana ha sido floreciente.
–¿La suya?
–Bueno…Se mueve.
–¿Y la del país?
–A pesar de todo, con grandes valores.
–¿Imaginó alguna vez esta debacle?
–¡Nunca!
–¿Qué sería sin el lienzo?
–Me refugiaría en el papel.
–Luego de esta vida…
–Soy creyente. Imagino y espero algo mejor. ¿Por qué no?
–¿Cómo imagina a Dios?
–Como luz incandescente. Por cierto, el Dante lo ve en su Divina Comedia en luz áurea. Entonces esa luz era cromática.
–De encontrárselo, ¿qué le diría?
–No sé porque estaría mudo. Pero Él me escucharía.
–¿Cuál de sus pinturas se llevaría al cielo?
–¡Caramba!.. Eso se llama exceso de equipaje.
–¿Una constante?
–Mi obra y mis hijos.
–¿Una pérdida?
–Mis padres.
–¿Una esperanza?
–Que mi obra me trascienda.
–¿Llora?  
–Claro…El llanto es el regreso al niño.
–¿Hay alegría en el llanto?
–El alma reposa y se me arma en las costillas.
–¿El presidente más amigo de los pintores?  
–Tanto Rómulo Betancourt como Luis Herrera Campins me honraron con su amistad, fueron verdaderos conocedores del arte venezolano y por ellos guardo mi mayor respeto y los mejores recuerdos.
–¿Imagina un artista plástico en Miraflores?
–Eso depende de la imaginación del artista plástico.
–¿Unas pinceladas para el acontecer?
–Las de Delacroix, en su Libertad guiando al pueblo.
–¿Un boceto del porvenir?
–Los mismos de Leonardo (da Vinci) sobre el valle del Arno en perspectiva cenital, que bien parecieran hechos desde un satélite.
–¿Qué pasaría en Venezuela si las artes plásticas incomodasen a la revolución como lo han hecho las caricaturas y el periodismo?  
–El mensaje político del periodismo y la caricatura tienen el aval de la inmediatez. El de la plástica no. Son naturalezas distintas y responden a tiempos de interpretación más lentos.
jolguerr@gmail.com

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