Elogio de la crisis...
Ni Dios puede salvarnos de esta crisis humanitaria de gigantescas proporciones
RAFAEL MUCI-MENDOZA | EL UNIVERSAL
domingo 22 de septiembre de 2013
Es un brusco cambio en la evolución de la salud de un país muy enfermo, y para infortunio nuestro, para agravarse y fenecer... Se ha invertido un reloj cuya arena apenas durará siete semanas antes de la debacle... Ni Dios puede salvarnos de esta crisis humanitaria de gigantescas proporciones en la salud privada -que también es la pública- a la que adredemente nos ha llevado el régimen. Ahogaron sus finanzas al no honrar las deudas que el mismo gobierno contrajo; regularon los servicios por debajo de los costes; implantaron férreas regulaciones de contratación laboral y no adjudicaron divisas para importar tecnología e insumos; saturaron el sector privado con cerca de 9 millones de consultas con base al colapso previo de sus propios hospitales ruinosos; las aseguradoras, muchas del gobierno, quieren quedarse con el negocio de las clínicas, pactaron con los malvados y tampoco pagan, transformándose en socios comerciales y políticos que juegan a la quiebra.
Doloroso el estado del Banco Municipal de Sangre de Caracas que deja huérfanos a 40 mil pacientes, 75% de hemofílicos y peor aún, no se procesa el 65% de la sangre que la capital requiere, así que las emergencias cotidianas o producto de la violencia que han promovido, quedan al descampado. Desde hace 2 meses el gobierno suspendió el diálogo entre las partes...
La perversidad, el rencor y la crueldad de esta gente jugando a un estallido social, es supremo, y las clínicas a su vez, no cambian estrategias de negociación. El médico común cree que no tocarán a su puerta y mira a otro lado. El único responsable ante la opinión pública es el Gobierno Nacional incapaz de ponderar, rectificar y garantizar el derecho al bienestar. ¡Por estos días, rece lo que sepa y cuide su salud, su bien más preciado... !
rafael@muci.com
Doloroso el estado del Banco Municipal de Sangre de Caracas que deja huérfanos a 40 mil pacientes, 75% de hemofílicos y peor aún, no se procesa el 65% de la sangre que la capital requiere, así que las emergencias cotidianas o producto de la violencia que han promovido, quedan al descampado. Desde hace 2 meses el gobierno suspendió el diálogo entre las partes...
La perversidad, el rencor y la crueldad de esta gente jugando a un estallido social, es supremo, y las clínicas a su vez, no cambian estrategias de negociación. El médico común cree que no tocarán a su puerta y mira a otro lado. El único responsable ante la opinión pública es el Gobierno Nacional incapaz de ponderar, rectificar y garantizar el derecho al bienestar. ¡Por estos días, rece lo que sepa y cuide su salud, su bien más preciado... !
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