La crítica especializada considera que La Naranja Mecánica es una de las pocas películas que han marcado época pues, luego de 40 años de su estreno, continúa suscitando polémica por la agresión que impregna algunas de sus secuencias que provocaron que miles de adolescentes en el mundo imitaran la violencia de Alex el protagonista, quien expía sus pecados y padece, en su propia carne y de manos de sus víctimas, los castigos que les ha infligido y reafirme su inclinación a causar daños.
La música contribuyó a ese efecto. Piezas como La gazza ladra, de Rossini, y la obertura de la ópera Guillermo Tell crean en el espectador la sensación de estar presenciando una coreografía. Al comienzo la cámara hace una lenta panorámica de arriba hacia abajo, mostrando un teatro abandonado como clara alusión al tragicómico espectáculo que será presenciado enseguida.
Para entender mejor la trama de La Naranja Mecánica, inspirada en la novela homónima de Anthony Burgess, hay que tomar en cuenta, como explica Oscar Bueno, que Alex el principal protagonista es un melómano que tiene devoción por Beethoven, lo que contrasta con su violencia. "Esta paradoja es tanto más palmaria por cuanto que a la Novena Sinfonía de Beethoven se le conoce como el Himno a la Alegría, asociándosele unos valores de paz y armonía, justo la antítesis de lo que anhela el perturbado protagonista”. Oscar Bueno (www El Parnasillo.com). La crítica le asignó a esta película una puntuación de 9.2 de 10.
20 cosas que deberías saber sobre 'La naranja mecánica'
Que se cumpla medio siglo de la publicación del libro La naranja mecánica, en el que se inspiróStanley Kubrick para su película, es una buena excusa para recordar 20 curiosidades del filme que quizá no sepas. Ahí van...
Este año 2012 se cumple medio siglo de la publicación de una novela que acabó marcando la historia del cine para siempre. En 1962, el crítico, compositor, libretista, poeta, dramaturgo, guionista, ensayista, cronista de viajes, presentador, traductor, lingüista, pedagogo y, sobre todo, novelista británico Anthony Burguess publicó su obra más famosa, A clockwork orange, (La naranja mecánica).
La obra, a la que se considera heredera de novelas como 1984 de George Orwell y Un mundo feliz, de Aldous Huxley, tuvo una vida más o menos tranquila hasta que en 1971, el director Stanley Kubrick decidió llevarla al cine.
El libro llegó a las manos de Kubrick a través del guionista Terry Southern, autor de ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú. Stanley Kubrick se leyó de un tirón y decidió llevarlo adelante, para lo que pensó en el actorr Malcom McDowell para interpretar a Alex DeLarge, el protagonista.
El filme narra las fechorías de DeLarge (McDowell), un carismático psicópata apasionado deBeethoven, la ultraviolencia y el sexoy su pandilla, Los Drugos. Cuando el protagonista, traicionado por sus amigos, es detenido y condenado a 14 años por asesinato, entra en prisión. Allí decide libremente someterse al proceso Ludovico, un tratamiento mediante el cual los actos violentos se asocian con náuseas y malestar físico.
Con una fuerza visual y musical impactantes, la cinta muestra innumerables innovaciones técnicas y narrativas. Secuencias aceleradas y a cámara lenta, escenas con cámara en mano, equipos de iluminación que permiten girar la cámara en cualquier dirección, micrófonos que recogen todos los diálogos... Una joya que se ha convertido en una de las películas más influyentes del siglo XX, pero de la que hay muchos aspectos que quizá no conozcas. En este reportaje hemos recopilado 20 cosas que deberías saber sobre La naranja mecánica.
01. ¿Persona o naranja?
El título orginal, A clockwork orange, se menciona dos veces en la novela, pero ninguna durante la película. El autor del libro, Anthony Burgess, confesó que se derivaba de una antigua expresión cockney (el argot del sur de Londres), «as queer as a clockwork orange», que significa «tan raro como una naranja mecánica». También hay quien lo interpreta como El hombre mecánico porque se cree que orange (traducida aquí como naranja) en realidad viene del término ourang, un vocablo de Malasia, donde Burgess vivió varios años, que significa persona.
02. Inspirada en la vida real
En 1944, y tras volver a Londres después de su estancia en Malasia, la mujer de Burgess, que estaba embarazada, fue violada por cuatro soldados americanos durante un apagón. Debido a la paliza, perdió al bebé y ese terrible suceso inspiró al autor para su novela.
03. Naranja millonaria
El filme costó dos millones de dólares y recaudó más de 40. De estos beneficios, el 40 por ciento fueron para Kubrick y se aseguró el control total sobre sus películas gracias a un acuerdo con Warner.
04. Calificada X
En EE.UU. se estrenó en 1971 y fue calificada como película X. Posteriormente, Kubrick cortó 30 segundos y se reestrenó en 1973, con calificación R. Es una de las dos únicas películas calificadas como X en su estreno original nominada al Oscar a mejor película. La otra fue Cowboy de medianoche. A Inglaterra llegó en 1972 con una polémica sin precedentes por su contenido, demasiado violento, y su repercusión en los espectadores. Algunos delincuentes cometieron delitos, incluso algún asesinato, recreando escenas, cantando Singing in the rain y vistiendo indumentaria parecida a la de los protagonistas. Kubrick presionó a Warner Bros para que, un año después, cancelara su exhibición en todo el Reino Unido. Según su viuda, Christine, lo hizo, entre otras cosas, por miedo, ya que recibieron varias amenazas de muerte. Kubrick había dicho que sólo se reestrenaría tras su fallecimiento (en 1999), y así fue. En Inglaterra se volvió a ver en el año 2000. La película fue lanzada en vídeo y DVD por primera vez ese mismo año.
05. Sin derecho a reinserción
La novela de Burgess fue editada en EE.UU. sin el último capítulo, en el que Alex, reformado, se lamenta de su vida anterior. Kubrick adaptó el guión directamente de esa edición y sólo después supo que existía un final diferente, pero jamás consideró incluirlo.
06. Improvisando bajo la lluvia
El tema Singing in the rain, que Alex canta y baila durante la paliza al escritor y la violación a su mujer, no estaba en el guión. Kubrick le pidió a McDowell que improvisara y el actor cantó esta canción porque era la única que se sabía. Al director le gustó tanto que compró los derechos por 10.000 dólares.
07. Yogur-plus
La leche que bebían Los Drugos (la pandilla de Alex) en el Korova Milkbar tenía que cambiarse cada hora porque se cuajaba debido al calor de los focos.
08. Música para la enajenación
Firmada por Walter Carlos (conocida ahora como Wendy Carlos, tras su cambio de sexo), es una magistral mezcla de piezas originales de música clásica y el sintetizador moog, que se adapta como un guante a las imágenes. Entre las melodías destacan la Marcha fúnebre de Henry Purcell en la primera escena; la obertura de Guillermo Tell de Rossini, acelerada electrónicamente en la escena de la orgía de Alex con dos chicas (imágenes igualmente aceleradas y que, en su montaje normal, duraban 28 minutos); o la Novena sinfonía (scherzo) de Ludwig van Beethoven en la danza de las estatuillas abrazadas de Jesucristo.
09. Sin el sello atómico
Se dice que Kubrick pidió a Pink Floyd utilizar la música del disco Atom heart mother suite pero, como el director quería un permiso ilimitado del tema, no llegaron a un acuerdo.
10. Beethoven, directo al top 1
La Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven suena en varias escenas. La escuchamos cuando Alex ve la película de Hitler, cuando el escritor intenta hacer que se suicide escuchando la canción a todo volumen o cuando fantasea con una escena sexual en la nieve. No es extraño que la película revitalizara las ventas de la sinfonía coral.
11. Con la miel en los labios
La naranja mecánica estuvo nominada a siete premios BAFTA de la academia británica (incluido mejor película), tres Globos de Oro y cuatro Oscar (guión adaptado, director, montaje y mejor película), pero no ganó ninguno de ellos. El Oscar aquel año fue para The french connection. Lo que sí consiguió fueron otros premios menos prestigiosos como el galardón Writer Guild of America a la mejor adaptación.
12. Este director es una víbora
Kubrick hizo que el personaje de Alex tuviera una serpiente al enterarse de que a Malcom McDowell le daban pánico los reptiles.
13. El peso de la fama
El culturista David Prowse, que luego interpretaría a Darth Vader en La guerra de las galaxias, de 1977, tuvo que repetir 30 veces la escena en la que lleva en brazos al escritor en su silla de ruedas. Dicen que acabó agotado.
14. Pánico escénico
Durante la escena en la que humillan a Alex en el escenario, McDowell se fracturó varias costillas.
15. Con el agua al cuello
En la escena en la que sus antiguos amigos, ahora policías, sostienen a Alex bajo el agua en una especie de abrevadero durante un minuto, McDowell casi se ahoga, ya que falló el aparato de respiración.
16. ¡Otra toma más y presento la dimisión!
La escena de la violación que comete la pandilla rival de BillyBoy al principio, tuvo tantas tomas y fue tan dura para la actriz contratada que abandonó el rodaje. Tuvieron que buscar a otra chica.
17. Horas extra
Kubrick se ganó con creces su fama de perfeccionista. «Planeo las escenas todas las veces posibles, todas las horas del día, todos los días de la semana, y hago tantas tomas como sean necesarias», diría el director. La escena final en la que Alex recibe a los periodistas en la habitación del hospital se repitió 74 veces.
18. Diabólica inspiración
El actor Heath Ledger se inspiró en el personaje de Alex para su interpretación del Joker en El caballero oscuro (2008), que le reportó un Oscar póstumo.
19. Ojito con lo que ves
Durante la escena en la que Alex es sometido a ver películas ultraviolentas (una paliza, la violación de varios chicos a una chica e imágenes de Hitler) con los ojos abiertos con ganchos, se le rayó una córnea y estuvo un tiempo sin ver. El médico que aparece echándole gotas era un doctor real que prevenía la sequedad de sus ojos. Se dice que, desde entonces, McDowell no pudo volver a utilizar solución salina.
20. La fiebre naranja
En un capítulo de Los Simpsons, Bart aparece vestido como Alex: de blanco, con sombrero negro y un ojo con pestaña postiza. En este caso, Bart no tenía que contener su deseo sexual, sino el de comer pastelitos.
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