El Sistema deja otra huella en Salzburgo
El festival de música austríaco recibirá desde el miércoles una muestra de los programas de la institución con la presencia de ocho agrupaciones. Algo inédito en la historia del encuentro
Como un atleta que marca récord en una competencia olímpica e inscribe su nombre en la gloria, el Sistema de Orquestas venezolano continúa alcanzando hitos en la historia de la música clásica. Será en Salzburgo, la ciudad austríaca, donde escribirá la nueva página. Ya lo hizo anteriormente en ese mismo lugar con la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, en 2008 y 2011. El miércoles regresa como invitado residente al prestigioso festival, pero con dimensiones que superan cualquier otra presentación.
Durante varios días el Sistema trasladará su sede a Austria con una delegación de más de 1.400 músicos (casi 1.300 son niños y el resto adultos -una participación inédita en el festival-) que forman parte de las 8 agrupaciones de la institución: la Simón Bolívar, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño, la Sinfónica Juvenil de Caracas, la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar de Venezuela, el Coro de Manos Blancas, el Ensamble de Metales de Venezuela y el Cuarteto de Cuerdas Simón Bolívar. Contarán con las batutas de Gustavo Dudamel, Christian Vásquez, Diego Matheuz, Dietrich Paredes, Jesús Parra y Simon Rattle, así como con la guía coral de Lourdes Sánchez.
El maestro José Antonio Abreu es consciente de que la muestra que lleva a Salzburgo representa una apertura a la realidad de hoy: "Una cita que era esencialmente europea le abre las puertas a América Latina y con ello se inicia una nueva etapa en la historia del festival. Esto sienta un precedente muy importante, que favorece no sólo al país sino a todo el continente".
El creador asegura que no ha sido fácil la preparación para los 15 conciertos que ofrecerán en la ciudad europea -6 de ellos agotaron las entradas-, pero se compensa con el esfuerzo y la mística de los músicos: la mayoría niños de entre 8 y 13 años de edad. "La nueva generación de la Sinfónica Nacional Infantil debutará en Austria. Han tenido que trabajar muy duro porque van a ejecutar la Sinfonía Nº 1 de Mahler, con la dirección de Simon Rattle. Otro hito porque nunca antes una orquesta de niños había tocado esa obra".
Para Abreu, la tercera participación en Salzburgo es un reconocimiento al alcance y la evolución de la institución. Lo confirman varias actividades que se celebrarán en el marco del festival, como el intercambio académico que sostendrán la Sinfónica Infantil del Mozarteum de Salzburgo con la Sinfónica Infantil Nacional; el Festival Superar Coral, el 27 de julio, en el que cantarán coros de Austria, Suiza, Eslovaquia, Turquía, Bosnia, Rumania y Venezuela; y la exposición que Leika presentará con fotos del Sistema.
La nueva generación habla. Juan José Figuera tiene 12 años de edad, vive en Guatire, toca el violonchelo y estudia en el núcleo del Sistema de Orquestas de esa ciudad. Ha formado parte de dos seminarios intensivos como parte de la preparación para Salzburgo. Expresa con timidez que está emocionado por viajar a Austria y conocer al maestro Simon Rattle. "Espero que todo salga bien, nos sentimos muy orgullosos porque sabemos que la de Mahler no es una partitura fácil, y además los profesores nos dicen que vamos a estar en el festival más importante del mundo", señala.
Su compañero, Alan David Viloria Harrichan, de 9 años de edad, que está a cargo de la tuba, también dice estar contento. "Me han dicho que esta orquesta es la que más va a llamar la atención en el festival", agrega.
Ciertamente, la participación de los niños es de las más esperadas. La razón es que los asistentes saben que ellos son las semillas, la generación de relevo de talentos como Gustavo Dudamel o Christian Vásquez. Salzburgo quiere conocer el secreto y recibirá una exquisita muestra del poder transformador del Sistema, que aspira a concretar el sueño de que 1 millón de niños y jóvenes venezolanos se beneficien de la música.
Ciertamente, la participación de los niños es de las más esperadas. La razón es que los asistentes saben que ellos son las semillas, la generación de relevo de talentos como Gustavo Dudamel o Christian Vásquez. Salzburgo quiere conocer el secreto y recibirá una exquisita muestra del poder transformador del Sistema, que aspira a concretar el sueño de que 1 millón de niños y jóvenes venezolanos se beneficien de la música.
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