IVIC y Ciencia
Las aplicaciones y la innovación surgen cuando hay una infraestructura propicia
RAFAEL RANGEL ALDAO | EL UNIVERSAL
sábado 10 de enero de 2015 12:00 AM
La ciencia es como un manantial, del cual sólo se espera agua cristalina y potable. Igual ocurre con la ciencia, su producto es el conocimiento y no sus aplicaciones o la innovación. Nadie demanda que de un manantial salga agua en forma de bebidas de distinta naturaleza, pues tampoco nadie debe esperar que de sí misma, la ciencia genere aplicaciones y soluciones a distintas necesidades.
El año pasado en Europa, por ejemplo, se descubrió el bosón de Higgs mediante el colisionador de hadrones a un costo superior a los $13,25 millardos y la colaboración durante al menos diez años, de 10.000 científicos de universidades y laboratorios de un centenar de naciones (incluyendo Venezuela). Tardaremos bastante en saber para qué "sirvió" esa inversión en capital, tiempo y talento. Igual con el genoma humano, "descifrado" en 2003 a un costo superior a los $3 millardos, pues las expectativas de curación de múltiples enfermedades aún perduran. Lo que sí sabemos es que sin ciencia no hay progreso.
Marcha del conocimiento
Las aplicaciones y la innovación surgen cuando hay una infraestructura propicia a la puesta en marcha del conocimiento científico, como con el agua pura y su transformación en bebidas. Se requiere una economía apropiada, inversiones de riesgo, seguridad jurídica, respeto a la propiedad intelectual, y libertades democráticas para poder aplicar el conocimiento puro. Y eso es lo que da el IVIC, ciencia.
Las instituciones de investigación científica, institutos, universidades y laboratorios tienen como función cultivar la excelencia al más alto nivel posible, mientras más depurada mejor, libre de toda mediocridad. Su relación con el país se establece al satisfacer la demanda de educación avanzada y de producción de conocimientos. De allí, entonces, se nutrirá la industria si existen las condiciones adecuadas. Transformar al IVIC como ahora se pretende es destruirlo por completo, es contaminar irreversiblemente al manantial. Todos sabemos que ocurre después.
@rrangelaldao
El año pasado en Europa, por ejemplo, se descubrió el bosón de Higgs mediante el colisionador de hadrones a un costo superior a los $13,25 millardos y la colaboración durante al menos diez años, de 10.000 científicos de universidades y laboratorios de un centenar de naciones (incluyendo Venezuela). Tardaremos bastante en saber para qué "sirvió" esa inversión en capital, tiempo y talento. Igual con el genoma humano, "descifrado" en 2003 a un costo superior a los $3 millardos, pues las expectativas de curación de múltiples enfermedades aún perduran. Lo que sí sabemos es que sin ciencia no hay progreso.
Marcha del conocimiento
Las aplicaciones y la innovación surgen cuando hay una infraestructura propicia a la puesta en marcha del conocimiento científico, como con el agua pura y su transformación en bebidas. Se requiere una economía apropiada, inversiones de riesgo, seguridad jurídica, respeto a la propiedad intelectual, y libertades democráticas para poder aplicar el conocimiento puro. Y eso es lo que da el IVIC, ciencia.
Las instituciones de investigación científica, institutos, universidades y laboratorios tienen como función cultivar la excelencia al más alto nivel posible, mientras más depurada mejor, libre de toda mediocridad. Su relación con el país se establece al satisfacer la demanda de educación avanzada y de producción de conocimientos. De allí, entonces, se nutrirá la industria si existen las condiciones adecuadas. Transformar al IVIC como ahora se pretende es destruirlo por completo, es contaminar irreversiblemente al manantial. Todos sabemos que ocurre después.
@rrangelaldao
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