Hoy es el día más triste del año
El concepto del “Blue Monday”, tercer lunes del año, es un estudio que justifica la fecha en la que si nos sentimos miserables podemos justificarlo basándonos en la (pseudo)ciencia
El concepto del “día más triste del año” cumple 10 años. Todo empezó en 2005, según un estudio de la Universidad de Wichita, una empresa de viajes pagó a un psicólogo para elaborar una fórmula matemática que adivinara cuál era el día más triste del año. Así nació el "Blue Monday", tercer lunes de enero, fecha en la que si nos sentimos miserables podemos justificarlo basándonos en la (pseudo)ciencia.
El mal tiempo, no haber cobrado aún la nómina (¡la nómina!... se nota que el estudio se hizo en 2005), darse cuenta de que no se ha puesto uno manos a la obra con ninguno de sus propósitos de año nuevo (tras esos 21 primeros días cruciales que los expertos dicen cuesta adquirir un nuevo hábito) y el hecho de que sea lunes son los elementos que supuestamente confluyen para que este 19 de enero nos parezca que la vida no es más que una estafa de este calibre:
Sabemos que el "Blue Monday" es fruto de una fórmula matemática altamente sui generis, pero recopilamos algunos consejos para superar esos días en los que uno se siente el más miserable del mundo.
Por supuesto, la jornada más triste del año no existe como tal (el año pasado una compañía de refrescos situó su propio "Blue Monday" en el primer lunes de enero basándose en un estudio de las emociones en Twitter), aunque es cierto que un día puede ser catalizador de un estado de ánimo.
"Las fechas rara vez son un número en el calendario, llevan aparejadas todos los recuerdos de una biografía", explica la psicóloga Ana Villarrubia.
"Solemos ligar expectativas vitales a fechas específicas, poniéndole así un periodo límite de consecución a nuestras metas personales. Esto puede conducirnos a menudo a la insatisfacción, decepción o frustración", explicó
Por otra parte, es imposible ser siempre tan felices como nuestros Facebooks parecen indicar, y la tristeza, aunque incómoda, es una emoción que, por mucho que se empeñen las agencias de viajes o las compañías de refrescos, hay que sentir de vez en cuando.
"Es un sentimiento que nos ayuda a reequilibrar nuestras vidas y a adaptarnos a los cambios que toda pérdida conlleva y que hemos de integrar en nuestros esquemas para adecuarnos nuevamente a nuestro día a día", dijo.
Gimnasia mental a prueba de 'blue Mondays'
En definitiva, sí a la tristeza 'inevitable', no a regodearnos en ella.
"Ante los numerosos blue mondays que la vida nos depara, es importante no caer en la indefensión, no abandonarse a la emoción y no resignarse ante ella. Cuando la desmotivación nos atrapa y sentimos que nos ahogamos es importante comenzar por rodearse de otras personas y compartir con ellas lo que sentimos", recomienda Villarrubia.
Además de desahogarse, compartir con los demás lo que resulta de angustia nos permite desdramatizar y contar con otros puntos de vista.
"Desde el punto de vista conductual, frente al desbordamiento de la rutina es de gran utilidad formular pequeños objetivos a corto y medio plazo, o dividir grandes objetivos vitales en metas más asequibles en el corto plazo, de tal manera que experimentemos más a menudo la satisfacción de alcanzar nuestros objetivos, tanto personales como profesionales, y podamos premiarnos en el camino de su consecución", aconseja la psicóloga
"Es importante diseñar rutinas realistas que contemplen todas nuestras necesidades, desde las más básicas a las más superiores: descanso, alimentación, obligaciones y responsabilidades pero también tiempo de ocio y esparcimiento. Si no buscamos un tiempo para el ocio y el descanso es muy probable que el día a día nos acabe desbordando sin contemplaciones."
Y claro está, si nuestros 'blue mondays' se convierten en meses más grises de lo que podemos gestionar: "pedir ayuda, ya sea a las personas que conforman nuestro círculo de confianza o a un profesional de la salud mental".
Con información de El Mundo
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