Elogio de la tristeza...
Han contagiado a los nuestros con su medicina simplista, ineficiente y criminal
RAFAEL MUCI-MENDOZA | EL UNIVERSAL
domingo 1 de junio de 2014 12:00 AM
La causa de tanta tristeza -creo que todos estamos conformes- es el mal gobierno que no ataja los principales problemas sino que los promueve y los centuplica, pues es maula y acarrea en su seno toda la corrupción que pueda darse en una nación, donde hay reos de culpa, pero ausencia de castigos ejemplares. El número de hombres útiles viven hoy de la mendicidad o explotando las diversas artimañas de la industria del hampa, del mordisco, de la trampa; no tienen otra salida. Además, estamos invadidos de extranjeros, particularmente cubanos, que dejarían su vida aquí antes que volverse a la felicidad comunista de su isla. Ellos ejercen, en gran parte, los oficios y artes útiles que en razón nos corresponden, por lo que contribuyen a la ruina nacional. Han contagiado a los nuestros con su medicina simplista, ineficiente y criminal, y aquellos alumnos nuestros bien formados en las escuelas tradicionales, no encuentran sitio ni acomodo en medio de la denigración y la persecución del médico venezolano.
En el XX Congreso de Medicina Interna, 2.174 jóvenes, 1.200 venidos del interior del país enlazaron sus brazos para aprender de sus profesores venezolanos; solo dos extranjeros nos acompañaron. Ese enorme grupo entusiasta nos acompañó, preparándose para el relevo generacional, ese que esperamos con fe y optimismo. Los organizadores lucharon contra esa adversidad que nos hace ver como país apestoso. ¡Cómo hubiéramos querido que los MICs y sus profesores cubanos hubieran compartido nuestras experiencias!
No más antier, el Instituto Nacional de Estadística informó que entre 2012 y 2013 se disparó el índice de pobreza extrema; 733.000 personas que pasaron de ser pobres a pobres extremos. ¡Ah malaya la revolución!
¡Al Gobierno se le olvidó llorar; ojalá encuentre quien llore por él!
rafaelmuci@gmail.com
En el XX Congreso de Medicina Interna, 2.174 jóvenes, 1.200 venidos del interior del país enlazaron sus brazos para aprender de sus profesores venezolanos; solo dos extranjeros nos acompañaron. Ese enorme grupo entusiasta nos acompañó, preparándose para el relevo generacional, ese que esperamos con fe y optimismo. Los organizadores lucharon contra esa adversidad que nos hace ver como país apestoso. ¡Cómo hubiéramos querido que los MICs y sus profesores cubanos hubieran compartido nuestras experiencias!
No más antier, el Instituto Nacional de Estadística informó que entre 2012 y 2013 se disparó el índice de pobreza extrema; 733.000 personas que pasaron de ser pobres a pobres extremos. ¡Ah malaya la revolución!
¡Al Gobierno se le olvidó llorar; ojalá encuentre quien llore por él!
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