A Cora Páez de Topel Capriles
domingo, 29 de junio de 2014
José Gregorio Hernández (octubre, 1864 - junio, 1919), ¿quién no le conoce?: ciudadano preclaro, médico, profesor universitario, maestro, académico, siervo de Dios en vías de santificación. Alborozados celebraremos un sesquicentenario de su natalicio en turbios y angustiados tiempos de inversión de valores, de materialismo exacerbado y de odio a la excelencia.
Elogio de JGH...
Rafael Muci-Mendoza
Supo además Hernández al recetar, mantener la moral de los pacientes...
José Gregorio Hernández (octubre, 1864 - junio, 1919), ¿quién no le conoce?:
ciudadano preclaro, médico, profesor universitario, maestro, académico,
siervo de Dios en vías de santificación. Alborozados celebraremos un
sesquicentenario de su natalicio en turbios y angustiados tiempos de
inversión de valores, de materialismo exacerbado y de odio a la excelencia.
Cristiano devoto y estudiante insigne marcó un cambio en la medicina
nacional hacia su modernización con la fundación de las bases de la medicina
experimental que trajo en sus alforjas a su regreso de Europa. Supo además
Hernández al recetar, mantener la moral de los pacientes; y una buena moral
es casi siempre la mejor medicina y a veces la única que nos es dable
recetar a los médicos, especialmente en tiempo como el actual, de una
tremenda crisis humanitaria en salud provocada exprofeso, traída de la mano
por vende patrias y prácticos de la medicina importados desde Cuba que sólo
malas mañas pueden ensañar a nuestros jóvenes, una ciencia milenaria
transformada en fábrica hacedora de prácticos sin ortografía, expedición ni
erudición.
El presidente Juan Pablo Rojas Paúl (1826-1905) y sus asesores comprendieron
que había que buscar novedosas verdades en Europa para inyectar sabia nueva
en el vergel médico local y le brindaron el apoyo moral, económico y
patriótico para formarse y traer conocimientos y un laboratorio completo,
vale decir, la mejor semilla para enterrarla en la entraña generosa de la
patria. Dio generosos frutos. ¡Qué decir de los venezolanos en Irlanda
abandonados por el gobierno cubano que nos esclaviza y nos degrada!
La medicina involutiva de factura socialista que se enseña en el país,
suerte de correa sin fin de enlatados, ha traído al tapete diagnósticos de
clorosis, histerismos y suicidios por amor...
Addendum
José Gregorio fue un megalito de virtudes; adquirió en 55 años de existencia
experiencia de la vida, un saber que está más en función de la profundidad
con que se vive que del tiempo, breve o largo, que se ha vivido... En
contraposición, el régimen que en mala hora implantó Chávez, por arte de sus
vicios ha envejecido en 15 años, mostrando sus fealdades como el alcohólico
que prostituye su oportunidad de vivir llenándola de vileza, resentimiento,
codicia y traición al país y a sus instituciones, aquellos a los que juró
servir y no servirse. Cocinado en su maldad, como la manzana podrida,
contaminó aquellos a quienes tocó haciéndoles abjurar a sus principios y
lealtades. José Gregorio supo que venía a construir, a dejar una estela de
realizaciones, nunca a destruir, a transformar en un emporio el don
confiado. Hoy le recordamos agradecidos por su ejemplo y rectitud.
Por nuestra parte, nos fuimos acostumbrando a convivir con la basura
intelectual y espiritual de rateros sin continencia, de lenguaje ordinario
y marginal, de comportamiento delictivo y criminal. Timoratos, nunca, como
era nuestro deber tuvimos el coraje de hacer cumplir el Artículo 350° de
nuestra Constitución que nos incita a ¨desconocer cualquier régimen,
legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías
democráticos o menoscabe los derechos humanos¨.
Es tiempo de sacudir la basura sin esconderla bajo la alfombra, es tiempo de
justicia haciendo pagar a los responsables la cadena de estropicios
intencionados infligidos al alma nacional, a sus arcas y a su gente...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario