Elogio de la miseria...
En 15 años no encontraron una salida honrosa -cualquiera- para detener la debacle
RAFAEL MUCI-MENDOZA | EL UNIVERSAL
domingo 5 de enero de 2014
Como el dios Jano de la mitología romana, bifronte, era un dios de doble funcionalidad que mirando hacia ambos lados de su perfil protegía las puertas, los comienzos y los finales. Cabría una analogía con la miseria que nos embaza. Por un lado la económica que nos ha arropado con pestífera cobija y por la otra la humana, aun peor, pues su hedor es insoportable y su contagiosidad agravada.
Nunca pensamos que el indicador de miseria de Arthur Okun chocaría de frente con la economía venezolana y los nefastos comunistas que la diseñaron y la gobiernan sin cordura ni mesura: una sumatoria de los índices de desempleo e inflación que lideramos en vergonzosas encuestas mundiales. Total, según el ministro Giordani para asegurar el triunfo del comunismo y su afianzamiento, hay que mantener a la masa social muy pobre, ignorante y dependiente, así que tenga que pender del todo de las migajas que el rico epulón -el régimen- se digne echar al suelo para complacer a los lázaros.
Pero en el perfil opuesto se encuentra la miseria del ser humano. No dudo que entramos en un periodo tenebroso. Los dirigentes opositores nunca supieron, o sabiéndolo, trataron bobamente al comunismo en ciernes, designándolo con palabras edulcoradas, eufemismos y enfrentándolo con democracia... ¿Cómo tratar un cáncer con untos medicinales? Nos llevaron una y otra vez a elecciones trampeadas y nunca cobramos -posiblemente ellos lo hicieron. En 15 años no encontraron una salida honrosa -cualquiera- para detener la debacle. Con un candor y masoquismo inusitados aprobamos ser llevados al matadero. Hay demasiados intereses económicos en juego, y el régimen ha comprado conciencias del lado opositor y del lado militar, al punto que el plato nauseabundo ha pesado más en la balanza.
rafael@muci.com
Nunca pensamos que el indicador de miseria de Arthur Okun chocaría de frente con la economía venezolana y los nefastos comunistas que la diseñaron y la gobiernan sin cordura ni mesura: una sumatoria de los índices de desempleo e inflación que lideramos en vergonzosas encuestas mundiales. Total, según el ministro Giordani para asegurar el triunfo del comunismo y su afianzamiento, hay que mantener a la masa social muy pobre, ignorante y dependiente, así que tenga que pender del todo de las migajas que el rico epulón -el régimen- se digne echar al suelo para complacer a los lázaros.
Pero en el perfil opuesto se encuentra la miseria del ser humano. No dudo que entramos en un periodo tenebroso. Los dirigentes opositores nunca supieron, o sabiéndolo, trataron bobamente al comunismo en ciernes, designándolo con palabras edulcoradas, eufemismos y enfrentándolo con democracia... ¿Cómo tratar un cáncer con untos medicinales? Nos llevaron una y otra vez a elecciones trampeadas y nunca cobramos -posiblemente ellos lo hicieron. En 15 años no encontraron una salida honrosa -cualquiera- para detener la debacle. Con un candor y masoquismo inusitados aprobamos ser llevados al matadero. Hay demasiados intereses económicos en juego, y el régimen ha comprado conciencias del lado opositor y del lado militar, al punto que el plato nauseabundo ha pesado más en la balanza.
rafael@muci.com
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