Documental del IVIC resaltó en festival etnográfico
"El silencio de las moscas" ganó el primer lugar en un evento italiano
EL UNIVERSAL
viernes 5 de diciembre de 2014 12:00 AM
Como "un excelente ejemplo de la antropología de emoción" fue catalogado el largometraje El silencio de las moscas (2013), dirigido por el investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Eliézer Arias, durante la IV Edición del Festival de Cine Etnográfico Intimalente, efectuada en Italia y en la cual se apoderó del primer lugar en la categoría Film Documental junto con Taxiway, de la francesa Alicia Harrison.
El tema central de la pieza de 93 minutos de duración es el suicidio en distintas comunidades rurales de los Andes, específicamente de Mérida, donde las tasas de ocurrencia han llegado a superar las estadísticas mundiales de ciudades más violentas y de países con mayor densidad de población.
Asimismo, la película recibió una mención de honor del jurado calificador del XIV Festival Internacional de Cine Fenavid de Bolivia en la categoría Largometraje Documental, siendo el quinto reconocimiento desde su estreno hace un año.
La historia se desarrolla en torno a testimonios de dos mujeres, Marcelina (48 años) y Mercedes (56 años), vecinas de pueblos vecinos con un triste denominador común: sus hijas fueron víctimas de suicidio, evento del que pocos se atreven a hablar. El nombre de la cinta se debe a la presencia de esos insectos en cultivos de la zona y a la condición silente que ha adquirido el fenómeno.
El tema central de la pieza de 93 minutos de duración es el suicidio en distintas comunidades rurales de los Andes, específicamente de Mérida, donde las tasas de ocurrencia han llegado a superar las estadísticas mundiales de ciudades más violentas y de países con mayor densidad de población.
Asimismo, la película recibió una mención de honor del jurado calificador del XIV Festival Internacional de Cine Fenavid de Bolivia en la categoría Largometraje Documental, siendo el quinto reconocimiento desde su estreno hace un año.
La historia se desarrolla en torno a testimonios de dos mujeres, Marcelina (48 años) y Mercedes (56 años), vecinas de pueblos vecinos con un triste denominador común: sus hijas fueron víctimas de suicidio, evento del que pocos se atreven a hablar. El nombre de la cinta se debe a la presencia de esos insectos en cultivos de la zona y a la condición silente que ha adquirido el fenómeno.
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