A Cora Páez de Topel Capriles

A Cora Páez de Topel Capriles
A Cora Páez de Topel Capriles, gran amiga de Aziz Muci-Mendoza, él le recordaba al compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach, protagonista de la película franco-italiana "Muerte en Venecia" (título original: Morte a Venezia) realizada en 1971 y dirigida por Luchino Visconti. Adaptación de la novela corta del mismo nombre del escritor alemán Thomas Mann.Se trata de una disquisición estético-filosófica sobre la pérdida de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista.

lunes, 3 de abril de 2017

ELOGIO DEL ABANDONO… ¿ÁNGELES CAÍDOS…?

ELOGIO DEL ABANDONO… ¿ÁNGELES CAÍDOS…?
Rafael Muci-Mendoza | abril 2, 2017 | Web del Frente Patriotico
No hay peor vicio que ser deslenguado y para guinda, embustero, tracalero y
mala gente. Eso de ofrecer redimir a los «niños de la calle» -endulzando el
duro término por ¨niños en situación de calle¨- solo para ganar adhesiones,
simpatías y votos, muestra el feo talante de un alma torva. En su entorno,
la cuadrilla de hombres y mujeres soberbios y prostituidos no dicen la
verdad, no guardan la palabra empeñada ni aquel juramento que avarientos e
inicuos hicieron con su mano derecha sobre el corazón y mirando al cielo;
por algo la traición es su sino…
Estos infantes medio vestidos son los sobrevivientes de aquellos otros niños
muertos que riegan los jardines del cielo cuando la tasa de mortalidad
infantil rebasó con creces la cota de la decencia; de aquellos para los
cuales no hubo lactancia materna, ni protección para su desnudez sino cajas
de cartón para acunarlos; que no tuvieron derechos y que bajo un régimen
comunista nunca los tendrían; que según sus cánones no merecen la vida; que
a tan tierna edad sintieron la desnutrición extrema de sus madres
adolescentes y de ellos mismos; que fueron pasto de tantos Minotauros
modernos comedores de vidas: tuberculosis, desnutrición obesa (kwashiorkor),
infecciones de toda laya, el arador de la sarna y el piojo que mortifica, de
esos infantes que no han sido rescatados o exculpados, sino que se les ha
envilecido aún más; han crecido como yerba mala con el sino de una
adversidad maligna, sin cuidados y sin contención; que han devenido en
manadas de lobos hambrientos medrando por la ciudad robando y asesinando
pues han visto sin horror los más terribles ejemplos, los más contagiosos
vicios de aquellos ahítos de dólares, de aquellos caballeros, los paradigmas
del poder sin medida.
Se han trocado en el “hombre nuevo” de la revolución bolivariana producto de
una sociedad hecha rastrera: pletórico de fervor revolucionario, de
¨humanidad¨, de ¨amor¨, pero además,  flacos, entecos, macilentos,
desvestidos, comedores de basura, de verbo enconoso, agresivo y destemplado
siempre a flor de boca, huracanes portadores de odio social que ha
desquiciado sus tiernas vidas y trocado su corazón en duro tejido tallado
por privaciones y tristezas, con signos siniestros grabados en el aire
pendiendo sobre sus cabezas…
Es el ¨hombre nuevo¨, el niño que tendríamos como tierno, el ciudadano en
ciernes a quien se pregunta en las barriadas de Caracas, ¿Qué te gustaría
ser cuando seas grande?  Y la respuesta clara, sin titubeos y sin lugar a
dudas es, ¡Pran!, nombre que en nuestro país designa a los grandes jefes de
las bandas criminales que operan en y desde las instituciones carcelarias
bajo el amparo del Estado criminal, pero que también reina en las calles
siendo responsables de 25.000 homicidios por año, víctimas con 30 o más
impactos de bala en el cuerpo, 92% impunes, cuerno de caza que a gritos
denuncia la complicidad y la tolerancia por parte de los órganos de
seguridad del Estado que paga por sus armas y les suministra municiones.
Pero hay otros tipos de ¨nuevos hombres¨; un conocido mío del posgrado de
medicina interna de la UCV, por quien profesé tanto afecto y enseñé cuanto
sabía, durante su nefasto paso por la Oficina de Estudios para Graduados
cometió traición a su Alma Mater y a sí mismo, y permitió que médicos de
nuevo cuño, salidos nonatos de correas de producción en masa, recién
egresados de la faltosa Universidad Bolivariana ingresaran directamente en
los postgrados clínicos sin respetar las acordadas y necesarias prelaciones.
Allí se palpa el producto de la alevosía: Hoy les vemos graduados, luciendo
el despropósito de ser flamantes neonatólogos ¨express¨ aunque nunca fueron
pediatras, un
<https://en.wikipedia.org/wiki/D%C3%A9j%C3%A0_vu_%28disambiguation%29> déjà
vu de fracasados socialismos, tamaña injusticia para con los pobres y
desheredados de toda posibilidad de ascenso en sus vidas, engendros que
además, tienen a la Ministra Caporale como la “orgullosa madrina”.  Por
seguro que tú nunca hubieras permitido que uno de esos hubiera tratado un
hijo o un nieto tuyo en situación de necesidad… Gracias a los que apoyas,
en esa ¨potencia industrial¨ de mis tormentos, ha habido más de 4 mil
neonatos muertos en hospitales venezolanos durante 2016.
Cuando llegue el momento no habrá escondrijo en la tierra ni guarida en el
cielo para acallar los lamentos e impedir que la espada inflexible de San
Miguel Arcángel sobaje a los ensoberbecidos como lo hizo con Luzbel…
¿Es esta la patria que tenemos y de la que tanto se ufanan? Por cierto se
nos ha desdibujado el concepto de patria. Una patria diseñada por un par de
ancianos cubanos -ahora solo uno vive sus remordimientos- para vaciarnos las
venas y vivir en nuestra propia tierra con dolor acumulado viendo tanta
infamia, estela de tristeza e impunidad rampante, donde en el propio Banco
Central se maquillan las ¨muchachitas del pueblo¨ para ser pasto de la
vulgaridad y la lascivia…
La verdad y la confianza son el pegamento de la vida. Es el principio
fundamental que sostiene todas las relaciones. Stephen R. Covey


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