A Cora Páez de Topel Capriles

A Cora Páez de Topel Capriles
A Cora Páez de Topel Capriles, gran amiga de Aziz Muci-Mendoza, él le recordaba al compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach, protagonista de la película franco-italiana "Muerte en Venecia" (título original: Morte a Venezia) realizada en 1971 y dirigida por Luchino Visconti. Adaptación de la novela corta del mismo nombre del escritor alemán Thomas Mann.Se trata de una disquisición estético-filosófica sobre la pérdida de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista.

miércoles, 28 de enero de 2015

Sobre los medios públicos de comunicación, el artículo 108 de la Constitución Nacional establece “El Estado garantizará servicios públicos de radio, televisión con el fin de permitir el acceso universal a la información”. El gobierno venezolano no ha honrado el ejecútese de dicho artículo, promulgado, hace dieciséis años, en la Constitución de 1999. Garantizar servicios de comunicación supone diseñar políticas públicas para el sector de la radiotelevisión desde un enfoque ético, jurídico y deontológico.

16 años sin cumplirse el 108 de la Constitución Nacional

“El Estado garantizará servicios públicos de radio, televisión con el fin de permitir el acceso universal a la información"

Sobre los medios públicos de comunicación, el artículo 108 de la Constitución Nacional establece “El Estado garantizará servicios públicos de radio, televisión con el fin de permitir el acceso universal a la información”. El gobierno venezolano no ha honrado el ejecútese de dicho artículo, promulgado, hace dieciséis años, en la Constitución de 1999. Garantizar servicios de comunicación supone diseñar políticas públicas para el sector de la radiotelevisión desde un enfoque ético, jurídico y deontológico.
El ámbito académico y la sociedad civil organizada, se ha ocupado de la responsabilidad social de los medios masivos y del papel que debería desempeñar el Estado democrático como mediador o moderador jurídico de éstos. El proyecto Diseño para una nueva política de radiodifusión del estado venezolano, (Proyecto RATELVE) y la propuesta de Ley Orgánica de radiotelevisión del Comité por una Radio Televisión de Servicio Público son iniciativas emblemáticas quese gestaron, en la década de los setenta y noventa, respectivamente, con el fin de fortalecer la democracia comunicacional en Venezuela.  
La deplorable actuación del gobierno de Hugo Chávez y del presidente Nicolás Maduro en materia de comunicación, nos lleva a invocar cuatro criterios fundamentales de carácter ético y deontológico, que deben primar en el desarrollo de una política de servicio público de radiotelevisión. Tema vital para la democracia que ha sido abordado, de manera extensa y profunda, por los investigadores venezolanos Antonio Pasquali, Oswaldo Capriles Arias y Elizabeth Safar.
Primer criterio. Una democracia eficaz y moderna requiere de comunicaciones libres y plurales. El régimen, de estos dieciséis años, ha desconocido de manera flagrante los artículos 57 y 58 de la Carta Magna, que aboga por los derechos humanos y la comunicación: libertad de expresión, principio de no censura, responsabilidad social del comunicar, pluralidad y derecho a réplica.
Segundo criterio. Es impensable concebir un Estado comunicador con valores democráticos si no existe independencia de los organismos públicos encargados de tomar decisiones en materia de telecomunicaciones; esto se evidencia tanto en la Ley de Telecomunicaciones como en la Ley de Responsabilidad Social en   Radio, televisión y Medios Electrónicos (Ley Resorte), normativas publicadas en 2010.  
El artículo 40 de la Ley Telecomunicaciones, niega, de plano, la autonomía administrativa a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) al depender de la presidencia de la república. El Consejo Directivo estará integrado por el Director General de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones quien lo presidirá y cuatro Directores, quienes serán de libre nombramiento y remoción del Presidente de la República.”
Tercer criterio. Es deber del Estado democrático preservar los espacios públicos de radiotelevisión. Si este espacio de comunicación está determinado por intereses partidistas y propagandísticos o por monopolios gubernamentales u oligopolios corporativos, los ciudadanos no podrán  acceder a informaciones diversas ni podrán contrastarlas, ni estarán en capacidad de participar, genuinamente, en asuntos públicos. 
El gobierno difusor de propaganda se ha apropiado de los medios del Estado, anulando, de esta manera, el acceso y participación en el espacio público de radiotelevisión, a los fines de perifonear su doctrina política; con ello se transgrede el Artículo 7 de la Ley Telecomunicaciones “El espectro radioeléctrico es un bien de dominio público de la República, para cuyo uso y explotación deberá contarse con la respectiva concesión, de conformidad con la ley.” 
Cuarto criterio. Una política pública de comunicación se podría entender  como aquel conjunto de lineamientos de orden jurídico, moral, intelectual y sociocultural, que acata la Constitución Nacional y que además es producto de un consenso. Es una política que ha sido debatida por el Estado, las instituciones sociales y la sociedad civil organizada para garantizar  la democratización de los medios masivos y de las telecomunicaciones. La radiotelevisión pública  no depende del Poder Ejecutivo ni de la presidencia de la República, ni se asocia a intereses crematísticos. Desgubernamentalizar las comunicaciones es deber de todo Estado democrático.
El documento Radiotelevisión de servicio público: un manual de mejores prácticas, publicado por la UNESCO en 2006, nos brinda otro elenco de criterios universales a considerar por las sociedades democráticas para el diseño de una política pública de radiotelevisión:
1.- Pluralidad, libertad de expresión y de pensamiento son aspectos esenciales de programación radiotelevisiva. Los programas informativos y de opinión tienen el deber deontológico de convocar a todos los puntos de vista que sean necesarios para que la audiencia construya su opinión.
2.- No tiene que ser homogénea ni adaptarse a modelos comerciales, desfavoreciendo contenidos y audiencias. La radiodifusión pública puede competir con otros canales de radio y televisión comerciales, mediante géneros, formatos audiovisuales y contenidos atractivos, que cultiven la inteligencia, la sensibilidad y los valores de los ciudadanos. La difusión pública debe convertirse en poderosa herramienta de desarrollo social. De allí radica su fortaleza. La calidad de la programación no se riñe con la necesidad de difundir excelentes productos en el mercado audiovisual. Calidad no es sinónimo de aburrimiento ni chabacanería. Se busca combinar entretenimiento y valores sociales, aspecto que exige altas dosis de creatividad de la industria radiotelevisiva.
3.- Debe pulsar a las audiencias de los medios. Conocer a fondo su cultura, sus creencias, sus valores humanos con el propósito de que la programación sea realmente auténtica. Si se pierde la sintonía con las audiencias, se impondrá el camino más fácil que radica en presentarnos la visión de mundo homogeneizada de los medios masivos, que en su búsqueda expedita de capturar recursos financieros, mediante la industria de la publicidad, se sirven de violencia y sexualidad para conquistar la atención.
4.- Incentiva la producción nacional con el fin de asegurar una distribución heterogénea de programas. Estimula la transmisión de producciones foráneas que sean atractivas, competitivas y cónsonas con las necesidades culturales y psicosociales de los ciudadanos en el orden nacional y universal. 
5.- Cobertura nacional, infraestructura adecuada y tecnología de punta acreditan la señal efectiva de los servicios públicos de comunicación.
6.- Asociaciones nacionales de radiodifusión y otros organismos de la sociedad civil organizada deben de velar por el buen funcionamiento de la radiodifusión pública. Estas asociaciones son autónomas, no están vinculadas con el gobierno ni con intereses partidistas.
7.- Algunas de las fuentes de financiamiento de la difusión pública son: contribuyentes, erario público, publicidad y propagandas institucionales no politizadas.
8.- Universalidad, independencia y diferenciación son los grandes rasgos de la difusión pública. La universalidad asegura la emisión global y local de valores humanos y de contenidos heterogéneos a todos los ciudadanos. La independencia radica en la suprema necesidad de transmitir informaciones que sean veraces y creíbles, sin ánimo de sensacionalismo ni protagonismo noticioso. La libertad de expresión y las opiniones críticas deben convertirse en un factor decisivo que vigorice el foro democrático. La diferenciación supone que la radiotelevisión no gubernamental debe distinguirse de la programación banal y violenta, sin perder de vista la competitividad, el mercadeo racional de los contenidos y la calidad de los productos audiovisuales.
Hoy más que nunca es imperativo perseverar en la aplicación del artículo 108 de la Constitución Nacional, que garantiza la radiotelevisión pública en Venezuela en aras del fortalecimiento de una sociedad democrática, pese a la complejísima circunstancia política, económica y social que signa actualmente a nuestro país. 
Ex director del ININCO-UCV

Papel Literario de El Nacional ofrece una edición consagrada al Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que se recordó, en el planeta entero, el pasado 27 de enero.

La obediencia criminal de los nazis

Brigadas de militares alemanes
Una vez más Papel Literario ofrece una edición consagrada al Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que  se recordará, en el planeta entero, el próximo 27 de enero. Este año hemos escogido enfocarnos en una de las innumerables vertientes del tema: el esfuerzo por desentrañar en la mente de los criminales. Se ofrecen aquí comentarios a libros dedicados a Rudolf Höss y a Adolf Eichmann. Se completa el dossier con una lectura de José Antonio Parra, de la novela “Herejes”, de Leonardo Padura, publicada en Venezuela


El SILENCIO
El autor de este mensaje es el Dr. Emanuel Tanay, nacido en 1928,
judío sobreviviente del Holocausto, y conocido y muy respetado psiquiatra forense
radicado en los EUA). Un hombre, cuya familia pertenecía a la aristocracia alemana antes de la Segunda Guerra Mundial, fue propietario de una serie de grandes industrias y haciendas. Cuando se le preguntó ¿cuántos de los alemanes eran realmente nazis?, la respuesta que dio puede guiar nuestra actitud hacia el fanatismo. "Muy pocas personas eran nazis en verdad" dijo, "pero muchos disfrutaban de la devolución del orgullo alemán, y muchos más estaban demasiado ocupados para preocuparse. Yo era uno de los que sólo pensaba que los nazis eran un montón de tontos. Así, la mayoría simplemente se sentó a dejar que todo sucediera. Luego, antes de que nos diéramos cuenta, los nazis eran dueños de nosotros, se había perdido el control y el fin del mundo había llegado. Mi familia perdió todo. Terminé en un campo de concentración y los Aliados destruyeron mis fábricas... Se nos dice que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir en paz. El hecho es que los fanáticos dominan el Islam, tanto en este momento como en la historia. Son los fanáticos los que marchan. Se trata de los fanáticos los que producen guerras. Se trata de los fanáticos los que sistemáticamente masacran cristianos o grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente de todo el continente en una ola islámica. Estos fanáticos son los que ponen bombas, decapitan, asesinan. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita.
Se trata de los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y la horca de las víctimas de violación y los homosexuales. Se trata de los fanáticos los que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en terroristas suicidas. El hecho cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la "mayoría silenciosa" es intimidada e imperceptible.

La Rusia comunista estaba compuesta de los rusos, que sólo querían  vivir en paz. Sin embargo, los comunistas rusos fueron responsables por el asesinato de cerca de 50 millones de personas. La mayoría pacífica era irrelevante.

La enorme población de China era también pacífica, pero los comunistas chinos lograron matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.

El individuo japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era un belicista sádico. Sin embargo, Japón asesinó y masacró, en su camino hacia el sur de Asia Oriental, en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático, a 12 millones de civiles chinos, la mayoría muertos por espada, pala y bayoneta.

Y, ¿quién puede olvidar Ruanda, que se derrumbó en una carnicería?... ¿Podría no ser dicho que la mayoría de los ruandeses eran amantes de la paz?
 Las lecciones de la historia son con frecuencia increíblemente simples y contundentes. Sin embargo, a pesar de todos nuestros poderes de la razón, muchas veces perdemos el más básico y sencillo de los puntos:
Los musulmanes amantes de la paz se han hecho irrelevantes por su silencio. Los musulmanes amantes de la paz se convertirán en nuestro enemigo si no se pronuncian, porque al igual que mi amigo de Alemania,se despertarán un día y encontrarán que los fanáticos los poseen, y el fin de su mundo habrá comenzado. Los alemanes, amantes de la paz,  japoneses, chinos, rusos, ruandeses, serbios,afganos, iraquíes, palestinos, somalíes, nigerianos, argelinos, y muchos otros han muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde.

En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta: los fanáticos que amenazan nuestra forma de vida.

Por último, cualquiera que duda de que la cuestión sea grave y elimina este mensaje sin reenviarlo, está contribuyendo a la pasividad que permite que los problemas se expandan. Por lo tanto, entiéndete un poco a ti mismo y envía esto una y otra vez!

Esperemos que miles de personas, en todo el mundo, lean y piensen sobre él, antes de que sea demasiado tarde.

Profesora Claude Benoit
Facultad de Filología, Departamento de Filología francesa
Blasco Ibáñez 32
46010 - Valencia - España


Con Adolf Eichmann pasa lo mismo que con Adolf Hitler, Henrich Himmler, Rudolf Höss o Reinhard Heydrich: llega un momento donde no es posible avanzar en la comprensión del hombre.

Adolf Eichmann: “El arrepentimiento es cosa de niños”

<i>El juicio a Eichmann. Causa penal 40/61</i>, por Harry Mulisch
El juicio a Eichmann. Causa penal 40/61, por Harry Mulisch

Con Adolf Eichmann pasa lo mismo que con Adolf Hitler, Henrich Himmler, Rudolf Höss o Reinhard Heydrich: llega un momento donde no es posible avanzar en la comprensión del hombre. Disciplinados biógrafos, sosegados estudiosos de la conducta, escritores con especial vocación por la variedad humana como Harry Mulisch (1927-2010) se empeñan. Buscan, con inocultable desespero, una brecha, un resquicio, alguna pista que permita entrever en la condición del mal. Hay en ello una esperanza a la que no se renuncia: la de descubrir la pieza oculta del impulso a lo atroz. Como si al hurgar en la vida de un hombre como Adolf Eichmann, como si al aproximarse a él por los caminos más disímiles, pudiese ocurrir el descubrimiento, la revelación de lo que hace posible que un hombre sea factor clave del engranaje que se propuso hacer desaparecer de la faz de la tierra a un pueblo entero.
La pregunta que subyace en el libro de Harry Mulisch, no se agota en lo ocurrido durante el juicio a Eichmann en la ciudad de Jerusalén, en 1961. Los hechos, he aquí la paradoja, lo conducen a constatar lo que no puede ser constatado. Mulisch no se impone a la realidad: no teme detenerse ante la más mórbida de las conclusiones: “Eichmann no solo no sabía lo que hacía mientras transportaba a cientos de miles de víctimas hacia las cámaras de gas, sino que, en cierto sentido, ni siquiera sabía que hacía algo”.
Mulisch se pregunta cuál es la relación con la realidad de un hombre que mata a millones: posiblemente no existía en él ninguna realidad que no fuese la de sí mismo. Su posible arrepentimiento (¿nos aliviaría en algo?) no guarda correspondencia alguna con la magnitud y la significación de los crímenes cometidos (cuando a Eichmann le preguntaron si se arrepentía, dijo: “El arrepentimiento es cosa de niños”). Incluso el más extremo de los castigos (sentenciarle a muerte) nada cambiará para las víctimas ni para los sobrevivientes ni para quienes no podemos borrar de nuestro pensamiento las preguntas sobre Auschwitz (¿acaso cambia el sufrimiento del pueblo judío el que Eichmann haya sido ahorcado en mayo de 1961, en una prisión de Israel?).

Versiones
Se sabe que no culminó su educación, aunque se esgrimen razones distintas. Durante su adolescencia aprendió algo de yiddish, producto de su amistad con una familia judía. Fue vendedor de kerosene. Viajaba por Alemania. En 1932 tuvo un accidente que le ocasionó fracturas en la mano izquierda y el cráneo. El 1 de abril de 1932 se afilió al partido nazi. Se hizo miembro de las SS. En 1933 recibió entrenamiento militar y fue designado a Dachau, el campo de concentración que había sido puesto en funcionamiento en marzo de ese mismo año. Su carrera en la estructura nazi fue ascendente. De forma simultánea, se granjeaba una reputación: se le tenía como experto en asuntos judíos. Leía y recopilaba materiales. Su nombre forma parte de la historia de la humanidad porque fue el encargado de transportar a millones de judíos a los campos de exterminio.
Cuando en la conferencia de Wansee, el 20 de enero de 1942, se decidió el asesinato de todos los judíos, Eichmann, en calidad de experto en transporte, estuvo presente. Con una copa de coñac en la mano, Heydrich comunicó a los presentes que Hitler había optado por la Solución Final. Eichmann explicó que él se limitaba a obedecer. Anota Mulisch: “Himmler creía en Hitler, pero Eichmann solo creía en la orden”. Dice Eichmann: “Yo obedecía. Sin importar lo que me ordenaran, yo obedecía. Seguro que siempre había obedecido. Obedecí. Yo obedecía y no podía salirme de mi piel”. Agrega Mulisch: “La orden aparece como algo más grande que quien la da y que quien la recibe: como algo nuevamente místico, como un poder sobrehumano, al que hay que obedecer, sin importar de dónde venga”. En otras palabras: un hombre disciplinado y respetuoso de la autoridad, tal como le conviene a la modernidad productiva.
Tras el derrumbe y la capitulación de Alemania, Eichmann huye. Una serie de peripecias y falsas identidades (Adolf Barth, Adolf Eckmann, Otto Henninger, Ricardo Klement y Ricardo Liebl), lo conducen a la Argentina de Juan Domingo Perón, en 1952. El 11 de mayo de 1960, un comando israelí lo secuestró, lo sacó del país y lo condujo a Israel, donde fue enjuiciado. 
Antes de iniciarse el juicio, más que la figura de Eichmann, el centro del debate se refería a la competencia de Israel para juzgarle. Durante el juicio, que se inició en abril de 1961, a Eichmann se le mantuvo en un habitáculo de cristal, para evitar un posible atentado. La acusación contenía quince puntos: “Doce de ellos llevan la pena de muerte. Millones de judíos gaseados en Auschwitz; cientos de miles de muertos en los campos de trabajo; abortos forzados de mujeres judías en todas las fases del embarazo; la deportación de medio millón de polacos y catorce mil eslovenos; el asesinato de cien niños en Lídice. La lista no tiene fin. En el cuarto punto, Eichmann adopta una postura más cómoda. Cuando habla el presidente del tribunal, él mira al presidente; cuando habla el intérprete, mira al intérprete. No evidencia signo alguno de cambio de estado de ánimo. Es como si no entendiera el alemán. Sin embargo, cuando por fin el presidente le pregunta si ha comprendido la acusación, Eichmann responde nuevo: ‘jawohl’ (sí). Probablemente sea la única persona del mundo que pueda decir eso”.
Otra paradoja: que en la sala se haya producido más tensión cuando se narró la historia de un joven judío al que Eichmann apaleó en Budapest hasta su muerte (robó unos melocotones en un jardín), que en las repetidas veces en que se habló del asesinato de seis millones de judíos. La complejidad del debate se vislumbra en esto: el fiscal y el defensor presentaron los mismos documentos como probatorios. Pero todo aquel caudal, más de 1100 documentos, se abalanzaban sobre los hombros de un sujeto insignificante que, a medida que transcurría el juicio, empequeñecía, sobrepasado, anulado por la enormidad de los crímenes.

Eichmman repitió que no odiaba a los judíos. Cuando en el juicio se le interroga sobre la Conferencia de Wannsee, dijo: “me sentí libre toda culpa”. Había recibido una orden ‘liberadora’. Mulisch apostaba porque el juicio a Eichmann constituía la mayor lección pública que se había dado en el mundo, y que allí quedada enterrada la época nazi. Pero aquél hombre cada vez más pequeño e irreal le hizo atisbar, la que es una de las conclusiones últimas de aquél juicio: que Eichmann no podría saciar el deseo del mundo de encontrar un culpable y una explicación suficiente.


El juicio a Eichmann. Causa penal 40/61
Harry Mulisch
Editorial Planeta
España, 2014.

Mensaje de Gabriela Montero: "En el 2014, usé mi música mas que nunca para denunciar la situación de Venezuela y sus ciudadanos, le implore a Jose Antonio Abreu y Gustavo Dudamel que utilizaran sus voces para quitarle la mascara a la dictadura que los apoya, le implore a los muchachos del Sistema que no permitieran ser utilizados por el mismo regimen, y por mi posición frontal y directa en contra del gobierno Madurista, y por mi posición opuesta a Jose Antonio Abreu, misteriosamente fueron cancelados varios de mis conciertos en diversos países."

Mensaje de Gabriela Montero

En esta época cuando debiéramos de celebrar el futuro, el nuevo año, lleno de expectativas y de sueños por realizar, pienso en mi amiga que sufre desde hace días en una clínica en Valencia, en los muchachos encadenados en Altamira, en los estudiantes encarcelados, en los muchos presos políticos, en la escasez en mi país, en la falta de fármacos, en la inseguridad, en la tasa de asesinatos, y en lo que se ha perdido estos últimos 15 años. Trato de reflexionar sobre el tipo de año que ha transcurrido antes de que suenen las campanas del nuevo año que se avecina. En el 2014, usé mi música mas que nunca para denunciar la situación de Venezuela y sus ciudadanos, le implore a Jose Antonio Abreu y Gustavo Dudamel que utilizaran sus voces para quitarle la mascara a la dictadura que los apoya, le implore a los muchachos del Sistema que no permitieran ser utilizados por el mismo regimen, y por mi posición frontal y directa en contra del gobierno Madurista, y por mi posición opuesta a Jose Antonio Abreu, misteriosamente fueron cancelados varios de mis conciertos en diversos países.


 Tal como me esperaba, el castigo no se hizo esperar. ¡Pero no importa!. A raíz de mi carta en febrero, pude ver la cara mas hermosa del ser humano en todos aquellos quienes me apoyaron, así como pude ver lo mas nefasto de la naturaleza humana viniendo de todos aquellos que me atacaron grotescamente. Mi vida se inundo de mensajes de desespero, de tristeza, de esperanza, de desesperanza, de dolor que recibí de miles de personas a través de los medios sociales. Ha sido un año duro, pero necesario.

Pienso en los héroes de mi país. En las figuras políticas honestas quienes no se han vendido. En el Foro Penal Venezolano y su notable labor. Pienso en esos ciudadanos que se levantan día a día, queriendo trabajar por un país unido, respetable, profesional, noble. Pienso en todos ustedes..

El año 2015 TIENE que ser el año en que Venezuela se trasforme. Se trasforme del desastre, el hueco profundo que hoy en dia es, a la Venezuela que todos queremos. En la Venezuela que deseamos para nuestros hijos y generaciones futuras. Pero ese cambio no puede venir mientras este gobierno que ha violentado y vejado a nuestro pobre pueblo y nuestra pobre patria, continúe en el poder. El cambio va a llegar, y ahi estaremos todos dispuestos a trabajar desde nuestras plataformas.

El año 2015 va a ser determinante. Los acompaño en todo momento..


lunes, 19 de enero de 2015

El concepto del “Blue Monday”, tercer lunes del año, es un estudio que justifica la fecha en la que si nos sentimos miserables podemos justificarlo basándonos en la (pseudo)ciencia

Hoy es el día más triste del año

El "Blue Monday", fruto de una fórmula matemática, es el tercer lunes del año / Cortesía
El "Blue Monday", fruto de una fórmula matemática, es el tercer lunes del año / Cortesía
El concepto del “Blue Monday”, tercer lunes del año, es un estudio que justifica la fecha en la que si nos sentimos miserables podemos justificarlo basándonos en la (pseudo)ciencia

El concepto del “día más triste del año” cumple 10 años. Todo empezó en 2005, según un estudio de la Universidad de Wichita, una empresa de viajes pagó a un psicólogo para elaborar una fórmula matemática que adivinara cuál era el día más triste del año. Así nació el "Blue Monday", tercer lunes de enero, fecha en la que si nos sentimos miserables podemos justificarlo basándonos en la (pseudo)ciencia.
El mal tiempo, no haber cobrado aún la nómina (¡la nómina!... se nota que el estudio se hizo en 2005), darse cuenta de que no se ha puesto uno manos a la obra con ninguno de sus propósitos de año nuevo (tras esos 21 primeros días cruciales que los expertos dicen cuesta adquirir un nuevo hábito) y el hecho de que sea lunes son los elementos que supuestamente confluyen para que este 19 de enero nos parezca que la vida no es más que una estafa de este calibre:
Sabemos que el "Blue Monday" es fruto de una fórmula matemática altamente sui generis, pero recopilamos algunos consejos para superar esos días en los que uno se siente el más miserable del mundo.
Por supuesto, la jornada más triste del año no existe como tal (el año pasado una compañía de refrescos situó su propio "Blue Monday" en el primer lunes de enero basándose en un estudio de las emociones en Twitter), aunque es cierto que un día puede ser catalizador de un estado de ánimo.
 "Las fechas rara vez son un número en el calendario, llevan aparejadas todos los recuerdos de una biografía", explica la psicóloga Ana Villarrubia.
"Solemos ligar expectativas vitales a fechas específicas, poniéndole así un periodo límite de consecución a nuestras metas personales. Esto puede conducirnos a menudo a la insatisfacción, decepción o frustración", explicó
Por otra parte, es imposible ser siempre tan felices como nuestros Facebooks parecen indicar, y la tristeza, aunque incómoda, es una emoción que, por mucho que se empeñen las agencias de viajes o las compañías de refrescos, hay que sentir de vez en cuando.
"Es un sentimiento que nos ayuda a reequilibrar nuestras vidas y a adaptarnos a los cambios que toda pérdida conlleva y que hemos de integrar en nuestros esquemas para adecuarnos nuevamente a nuestro día a día", dijo.
Gimnasia mental a prueba de 'blue Mondays'
En definitiva, sí a la tristeza 'inevitable', no a regodearnos en ella.
"Ante los numerosos blue mondays que la vida nos depara, es importante no caer en la indefensión, no abandonarse a la emoción y no resignarse ante ella. Cuando la desmotivación nos atrapa y sentimos que nos ahogamos es importante comenzar por rodearse de otras personas y compartir con ellas lo que sentimos", recomienda Villarrubia.
Además de desahogarse, compartir con los demás lo que resulta de angustia nos permite desdramatizar y contar con otros puntos de vista.
"Desde el punto de vista conductual, frente al desbordamiento de la rutina es de gran utilidad formular pequeños objetivos a corto y medio plazo, o dividir grandes objetivos vitales en metas más asequibles en el corto plazo, de tal manera que experimentemos más a menudo la satisfacción de alcanzar nuestros objetivos, tanto personales como profesionales, y podamos premiarnos en el camino de su consecución", aconseja la psicóloga
"Es importante diseñar rutinas realistas que contemplen todas nuestras necesidades, desde las más básicas a las más superiores: descanso, alimentación, obligaciones y responsabilidades pero también tiempo de ocio y esparcimiento. Si no buscamos un tiempo para el ocio y el descanso es muy probable que el día a día nos acabe desbordando sin contemplaciones."
Y claro está, si nuestros 'blue mondays' se convierten en meses más grises de lo que podemos gestionar: "pedir ayuda, ya sea a las personas que conforman nuestro círculo de confianza o a un profesional de la salud mental".

Con información de El Mundo

El productor y director estadounidense George Lucas arremetió contra la Academia de Hollywood, institución que concede los premios Oscar, porque a su entender en ella prima la política sobre el arte.

George Lucas arremete contra la Academia de Hollywood

George Lucas considera que en la institución prima la política sobre el arte| AP
George Lucas considera que en la institución prima la política sobre el arte| AP
El director dice que la falta de diversidad en la organización es notoria si se fija la atención más allá del discurso oficial

CINE Considera que en la institución prima la política
El productor y director estadounidense George Lucas arremetió contra la Academia de Hollywood, institución que concede los premios Oscar, porque a su entender en ella prima la política sobre el arte.
En una entrevista concedida a CBS, Lucas, de 70 años de edad y creador de sagas como Star Wars e Indiana Jones, cree que la Academia es un reflejo de la comunidad de Hollywood, mayoritariamente masculina y blanca. Por eso, no le sorprende la falta de diversidad racial en la lista de postulados que se dio a conocer el jueves.
Por segunda vez desde 1998, los 20 intérpretes que optan a una estatuilla de actuación son blancos, una circunstancia que se da en un año en el que la película Selma, sobre el movimiento de derechos civiles liderado por Martin Luther King Jr., parecía que iba a cosechar numerosas nominaciones. El filme disputará dos galardones: Mejor Canción y Mejor Película, pero fue ignorado para los premios de Mejor Dirección y Mejor Actor, en el que los afroamericanos Ava DuVernay y David Oyelowo figuraban como claros candidatos.
Lucas aplaudió el trabajo de Oyelowo y DuVernay. Asimismo, calificó la cinta de maravillosa. Considera que la directora y el actor no se quedaron fueran simplemente porque hay un número limitado de nominaciones y otros aspirantes lo merecían más. “Lo que pasa con la Academia es que es una campaña política que nada tiene que ver con el desempeño artístico”, aseguró el cineasta, que confesó no ser miembro de esa institución.
El realizador señaló que la falta de diversidad en Hollywood es algo bien conocido que se nota si se fija la atención más allá del discurso oficial.

Se cumplen cien años del nacimiento de Luis Beltrán Guerrero (1914-1996), y es posible ver en su horizonte de vida una continua e intensa afirmación de la condición humana y, en ella, de la condición de ser venezolano: celebración de la cultura y celebración del viaje a lo originario como trayectoria vital de la existencia.

Lección de escritura: Luis Beltrán Guerrero y su obra

Luis Beltrán Guerrero. 1984. (Vasco Szinetar / Archivo El Nacional)
Luis Beltrán Guerrero. 1984. (Vasco Szinetar / Archivo El Nacional)

Uno
Se cumplen cien años del nacimiento de Luis Beltrán Guerrero (1914-1996), y es posible ver en su horizonte de vida una continua e intensa afirmación de la condición humana y, en ella, de la condición de ser venezolano: celebración de la cultura y celebración del viaje a lo originario como trayectoria vital de la existencia.
Hoy, en esta hora oscura de la patria, de empobrecimiento de la lengua en el ditirambo del insulto y en el juicio del adjetivo; de impune tergiversación de la historia y doloroso empobrecimiento espiritual, la densa y extensa obra de Luis Beltrán Guerrero se hace visible para sumarse a la de los “héroes civiles” que cantaron y pensaron el país y que, en la fuerza de sus intuiciones,  reclaman la restitución de la ética y los valores fundamentales que puedan servir de asiento a los mejores destinos de la nación, hoy extraviada y herida.
Luis Beltrán Guerrero intuyó, por ejemplo, en su ensayo “La tensión heroica”, el falso derrotero por el que avanzaba la nación: “En la falta de grandes empresas de colonización interior, de comercio o industria, los venezolanos buscaron la inmortalidad estatutaria por el heroísmo militar”. Sin duda que el “heroísmo civil” de creadores, científicos y hombres de pensamiento hubiese hecho posible el vivir aquello que hoy se nos arrebata: el pleno derecho de ciudadanía.
La vasta obra de Luis Beltrán Guerrero confluye en la poesía y en el ensayo literario e histórico.

Dos    
Su obra poética (Secretos en fuga, 1942; Posada del Ángel, 1954; El visitante, 1958; Tierra de promisión, 1959; Campo de nube, 1975; Poesía electa, 1962; Poemas de la tierra, 1970;  Primera navegación, 1985) se inscribe en una tradición clásica que es la misma, por ejemplo, de poetas como Reyna Rivas o Ana Enriqueta Terán: tradición de sabia poética de la frase y talento burbujeante entre los límites del verso. El poeta habla de “mis endecasílabos”, y Ramón Gómez de la Serna, al leer Posada del Ángel, describe esta poesía de “versos modernos y lopescos”. En este surco, el poeta despliega su rigor reflexivo en la “gracia del verbo”: “Gloria del verbo, padre de los mundos /Padre de Dios también porque le nombra”. El misterio y el brillo del mundo se expresa en el misterio y el brillo del verbo: la poesía como celebración del enigma y el milagro de la vida. En “Fe de vida”, uno de sus poemas más importantes, testimonia su deuda poética: “Góngora, Garcilaso, Rubén y los Machado /En mis vigilias dieron el norte a mi pasión, /Lírico impenitente, cultivo mi pecado: /Los años no cambiaron de acento mi canción”… Y como se expresa en ese poema, y en muchos otros, el primero de los caminos poéticos es el camino de lo originario, que es, en Beltrán Guerrero, el camino para la fundación poética de la patria. Así en otro significativo poema, “Poema de la madre patria”, en resonancias de Pérez Bonalde, dirá: “¡Oh dolor de esta tierra áspera y brava, /Ardida y ardorosa tierra mía, /Al fuego de los soles siempre esclava! ¡Oh cuán luenga la sed de mi agonía!”.  Canto de lo originario que va de la celebración poética de su Carora natal a la afirmación, entre surcos de angustias, de la patria; y lujo del verso en la resonancia clásica de la tradición occidental y de la lengua, donde se rinde tributo a diversas formas de expresión poética; de manera especial al soneto. Versos donde se afirma el genio de la lengua en el mismo acto en el que se afirma la condición humana.

Tres
La obra ensayística de Luis Beltrán Guerrero se alimenta de la literatura, y, de insaciable modo, de la historia.
En ella confluyen la tradición literaria occidental, desde Homero; desde Bello, Sarmiento y Martí, en la tradición de nuestra lengua; y la presencia literaria del tiempo que le es contemporáneo, desde Alfonso Reyes y Octavio Paz a Rafael Cadenas o Adriano González León: retablo de la tradición y retablo del presente.
La reflexión histórica de Luis Beltrán Guerrero tendrá como núcleo de irradiación el positivismo, que se abre hacia una historia de la cultura y una historia de las ideas. En su Introducción al positivismo venezolanoescribe: “Grandes batallas intelectuales necesitó el positivismo para imponerse. Las polémicas sobre tolerancia e intolerancia a raíz de la primera República: …el debate sobre el régimen federal, centralista o centrofederal en la convención del 58; sobre la guerra y la paz entre Cecilio Acosta y Riera Aguinagalde… son ciertamente hitos extraordinarios en la historia del patria pensamiento”. A partir de este núcleo de irradiaciones Luis Beltrán Guerrero propondrá, lo hemos señalado, una distinta perspectiva del discurso histórico, al señalar una carencia: “No se ha escrito la historia del pueblo venezolano. Se ha escrito la historia heroica de las batallas y de los corifeos…”. Su larga obra es un poderoso intento de suplir esa carencia. En este sentido, de manera esplendente, reúne su serie de Candideces: múltiples y breves artículos y ensayos, publicados por más de sesenta años en la prensa nacional, donde, a la par de rendir cuenta reflexiva y crítica de su presente (occidental, latinoamericano, venezolano….) interroga las bondades y límites del discurso histórico y postula una creadora sintaxis entre “historia” y “biografía”. Los textos deCandideces nos dan una nueva perspectiva de la historia, la convierte en discurso de “héroes civiles”. En Candideces y en otras de sus obras como Perpetua heredad (1965) o El jardín de Bermudo (1986) la historia, nuestra historia, parece alcanzar una nueva luz, una distinta perspectiva, y personajes venezolanos en el espesor de sus obras (César Zumeta y Cecilio Acosta, Andrés Bello y José Luis Ramos, para señalar sólo algunos nombres) son convocados en este discurso reflexivo y de sabia voluntad de estilo, en una sostenida lección de escritura; convocados que se hacen visibles como promesas de una tradición para un distinto destino de país. Andrés Henestrosa, ante la lectura de El jardín de Bermudo, señalaba: “Prosa limpia, concreta, recia la de Beltrán Guerrero. Va recta al grano, a las mies, a la pulpa. Si la cáscara registra bellas apariencias es por añadidura, como reflejo. Prosa de andar y pensar”.
En la obra de Luis Beltrán Guerrero se hace visible lo mejor de la condición del venezolano

En los comienzos del siglo XX, Vaslav Nijinsky constituyó un momento de ruptura para el ballet clásico. Su gran peculiaridad le situó como un artista de máxima envergadura de manera que la danza adquirió una connotación nueva. El legado de este bailarín, nacido en Kiev en 1890, se destacó también en el contexto de la coreografía. Él mismo lo expresó al afirmar que no era un saltarín sino un artista. Igualmente, el carácter testimonial de los diarios que dejó revisten una importancia excelsa, no sólo en cuanto a la aproximación al arte per se, sino a la patología mental que le aquejó durante casi toda su vida. Sin lugar a dudas, el trabajo de este virtuoso irrumpió como una singularidad.

La Paciencia: Nijinsky, espejo de una totalidad en movimiento

Vaslav Nijinsky / Foto cortesía
Vaslav Nijinsky / Foto cortesía
"Su corta y resplandeciente carrera aunada a su quiebre mental, ocurrido hacia 1917, contribuyeron a consolidar su mito"

En los comienzos del siglo XX, Vaslav Nijinsky constituyó un momento de ruptura para el ballet clásico. Su gran peculiaridad le situó como un artista de máxima envergadura de manera que la danza adquirió una connotación nueva. El legado de este bailarín, nacido en Kiev en 1890, se destacó también en el contexto de la coreografía. Él mismo lo expresó al afirmar que no era un saltarín sino un artista. Igualmente, el carácter testimonial de los diarios que dejó revisten una importancia excelsa, no sólo en cuanto a la aproximación al arte per se, sino a la patología mental que le aquejó durante casi toda su vida. Sin lugar a dudas, el trabajo de este virtuoso irrumpió como una singularidad.
Ya desde muy joven, la figura de Nijinsky estuvo investida por un aire de lo divino, de modo que llegó a ser nombrado “Dios de la danza”. Su extrema sensibilidad y estrella se exhibieron en diversas facetas de su vida y en él confluyó una mezcla de sexualidad desbordada y misticismo. Ello quizá podría recordar a las manifestaciones de fusión extáticas presentes en algunos místicos. En su caso se manifestó una bisexualidad que incluyó la tormentosa vivencia con  Serguéi Diáguilev, al igual que su larga vida matrimonial con la aristocrática bailarina Romola de Pulszky. El hecho de que bailara a personajes andróginos le permitía estar en su elemento y vincularse con el mundo externo de tal modo que su mundo interior era volcado hacia la otredad como expresión estética.
Se puede decir que su carrera fue meteórica y quedó inmortalizada por La siesta del fauno (1912), La consagración de la primavera(1913), Juegos (1913) y Till Eulenspiegel (1916). La primera de ellas constituyó una verdadera conmoción para el público parisino que observó atónito una auténtica revolución signada por la innovación de los gestos, el timming y el estilo al caminar. En efecto, en esta pieza se observa a un Nijinsky cuya expresividad está como salida de este mundo. En el estreno, el artista salió vestido con diseños de Léon Bakst y con la obvia impronta del fauvismo.
Se ha llegado a especular que la particularidad de los gestos en sus piezas podría haber sido producto de la observación de pacientes psiquiátricos. Es de recordar que el bailarín tuvo contacto en primera instancia con ellos en oportunidad de visitar a su hermano, quien también padeció estas patologías y estuvo internado en sanatorios.
Su corta y resplandeciente carrera aunada a su quiebre mental, ocurrido hacia 1917, contribuyeron a consolidar su mito. Sus extravíos y estados erráticos se hicieron cada vez más frecuentes. Nijinsky se fue convirtiendo en objeto de veneración y sus peculiaridades fueron registradas por figuras estelares de ese período en que irrumpía el surrealismo. Jean Cocteau, en La dificultad de ser, se refiere al bailarín en términos  de que “todo en él estaba dispuesto para que lo vieran de lejos, entre las luces. En el escenario, los músculos, demasiado abultados, se volvían esbeltos. Se le alargaba la estatura (pues los talones no se posaban en el suelo). Las manos se convertían en el follaje de sus gestos y, en cuanto al rostro, lo tenía radiante”.
Por otro lado, una de las características de Nijinsky fue el hecho de que, para ese entonces, el registro que dejó en su diario constituyó el primero hecho por artista alguno en el que había referentes a la psicosis al momento mismo en que ésta se manifestaba. En su caso se daba de modo alternante una confluencia entre la obnubilación y la lucidez. Durante su vida estuvo en muchas oportunidades interno en instituciones de salud. La prosa de su diario, si bien no tiene gran valor desde el punto de vista literario, es un despliegue del delirio. Asimismo, para la época en que vivió fue atendido por los principales especialistas en el campo psiquiátrico.
Si algo definió a Nijinsky fue la originalidad. En él se dio la epifanía de una poética del movimiento y del cuerpo. Ello significó la confluencia de la piel y lo sagrado.

Leer a Jorge Luis Borges es sin duda alguna una experiencia orgiástica. Ninguno de los géneros literarios tocados por su pluma (poesía, narrativa y ensayo) escapa al sutil encanto de un "algo" (inextricable a veces: ¿qué le vamos a hacer?), que busca desentrañar desde la palabra el universo y su vasta complejidad.

Lector de Borges

Gustó Borges de la reflexión metafísica y la puso al servicio de su obra narrativa...

RICARDO GIL OTAIZA |  EL UNIVERSAL
domingo 18 de enero de 2015  12:00 AM
Leer a Jorge Luis Borges es sin duda alguna una experiencia orgiástica. Ninguno de los géneros literarios tocados por su pluma (poesía, narrativa y ensayo) escapa al sutil encanto de un "algo" (inextricable a veces: ¿qué le vamos a hacer?), que busca desentrañar desde la palabra el universo y su vasta complejidad. Su logo es punto de partida para una comprensión de la realidad, que va más allá de lo anecdótico (el pueblo, la pelea a cuchillo, la farra, la nostalgia), para internarse en la profundidad de un artefacto literario que bordea lo filosófico -como materia fundante de su propuesta y sin querer pontificar (ni sobresalir) en ella, transigimos-, pero que en él es solo una excusa. Definitivamente, no fue Borges un filósofo (y jamás pretendió serlo, aunque muchos filósofos profesionales ya hubiesen querido la hondura y la gracia de sus textos), pero su erudición libresca lo llevó a echar mano de todo ese bagaje de lecturas acometidas desde la primera juventud (Schopenhauer, León Bloy, Stevenson, Berkeley, Hume y Shaw, entre otros), para desde esas alturas del intelecto y la abstracción recrear mundos paralelos, en los que la imaginación, el terror atávico (el paso del tiempo, los espejos), la genialidad y la mera exploración estilística, marquen sus propios cauces y también sus propios derroteros literarios. 

En este sentido, gustó Borges de la reflexión metafísica y la puso al servicio de su obra narrativa, sin que ello signifique que toda su obra goce (o tenga) dicho carácter e intención, porque el autor abrió a lo largo de décadas disímiles derroteros en su eterna búsqueda de referentes y de explicaciones ante sus grandes incertidumbres existenciales, y el trasmundo fue en este sentido (para desconsuelo de algunos) mero artificio en medio de una lógica certera e incisiva como la suya. Nadie podría negar que la obra de Borges es expresión de su mundo interior, de sus ingentes (y desaforadas) lecturas, de la admiración por grandes autores (a los que en mucho logró superar a nuestro entender), sin que ello implique negación de sus referentes librescos (como única experiencia de vida). La obra de Borges responde -eso sí- a una visión de conjunto del ser humano y de su impronta civilizatoria (pesimista y maleva), aunque a veces el hombre y la mujer son los grandes ausentes en la misma (no podemos olvidar que algunos de sus relatos giran en torno a abstracciones, en las que el sujeto como Ser se hace inexistente e innecesario: libros, espejos, cuchillos, ciudades fantasmales, ideas, sueños, meros objetos). 

Apuesta Borges por el mundo de lo sensible y esta cualidad en su deseo (o determinación) se erige muchas veces en una inexorable dicotomía: pensamiento filosófico y literatura (y viceversa), que lleva al texto a extremos de denodada belleza. Esta conjunción se hace a sí misma unívoca e indisoluble, lo que impide a los exégetas la disyunción del hecho borgiano y el poder desmontar sus magníficos poemas y cuentos (no tanto así a sus ensayos) en sus elementos constitutivos. Interpretar a Borges en su isócrona mirada: razón-creación artística, es tarea muy difícil, sobre todo porque nos sitúa en la peligrosa intención de buscar convertir al narrador y al poeta en filósofo, cuando toda interpretación (o hermenéutica) es en sí misma una lectura particular, una traducción (si se quiere) de un "algo" en otra cosa; de una razón por otra. Encasillar a Borges en lo filosófico; amén de desconocer a su "alma creadora", implica una lectura sesgada; alejada de su verdadero leitmotiv, que a decir de uno de sus más voraces lectores (Eduardo García de Enterría enFervor de Borges, 1999), fue: "crear él mismo el estremecimiento artístico que ha buscado (desde la lectura) incansablemente en otros".

La voz austera (y feliz) de Borges sigue recorriendo los caminos de América y del mundo, y a pesar de que sobre él se hayan escrito miles de páginas buscando develar al genio, su sombra se yergue en el tiempo y en el espacio para recordarnos que él fue su obra, y ésta lo contiene en cada página escrita o dictada, y entregada con celo a la inmortalidad de la imprenta. 

@GilOtaiza

rigilo99@hotmail.com

  1. Alberto Manguel: El lector de Borges - YouTube

    www.youtube.com/watch?v=Rj2qlzN8Fjw
    9 de jun. de 2011 - Subido por casamerica
    09/06/2011. Alberto Manguel es un gran escritor, pero hubo un día, hace ya mucho tiempo, que se convirtió en ...

Discapacitados, al Óscar La Academia suele reconocer historias de superación

Discapacitados, al Óscar

La Academia suele reconocer historias de superación

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Eddie Redmayne hace de Stephen Hawking en "The theory of everything" CORTESÍA
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EFE/EL UNIVERSAL
domingo 18 de enero de 2015  12:00 AM
Los Ángeles.- Julianne Moore y Eddie Redmayne parten con grandes opciones de alzarse con el Óscar gracias a sus papeles de discapacitados en Still Alice y The Theory of Everything, respectivamente, una fórmula que históricamente ha atraído el voto de los académicos de Hollywood.

Moore es la favorita absoluta para alzarse con la estatuilla gracias a un personaje que sufre los efectos del Alzheimer, mientras que Redmayne podría llevarse el premio por interpretar a Stephen Hawking, el célebre astrofísico británico que vive postrado en una silla de ruedas sin poder hablar a causa de una esclerosis lateral amiotrófica.

Aunque Michael Keaton (Birdman) es quien lidera las apuestas en esa categoría, Redmayne tiene a su favor el hecho de encarnar a una figura real, el otro gran factor que más se valora en la Academia, como lo demuestran los triunfos recientes de Matthew McConaughey (El club de los deshauciados), Daniel Day-Lewis (Lincoln) o Colin Firth (El discurso del rey).

Los Óscar han reconocido a personajes con discapacidades o enfermedades mentales tan memorables como el del propio Day-Lewis en Mi pie izquierdo(1989), donde encarnaba al pintor y escritor irlandés Christy Brown, aquejado de parálisis cerebral, o el de Holly Hunter en El piano (1993), encarnando a una pianista muda que debe contraer matrimonio con un terrateniente en la Nueva Zelanda de mediados del siglo XIX.

Tom Hanks, un experto en estas lides, hizo doblete consecutivo por interpretar a un abogado afectado por el virus del sida en Filadelfia (1994) y a un tipo entrañable, aunque con bajo coeficiente intelectual, que lograba en Forrest Gump (1995) estar presente en momentos decisivos de la sociedad estadounidense.

Otros casos recientes son los de Jamie Foxx, por personificar al artista ciego Ray Charles en Ray (2004), o el del propio McConaughey el año pasado, que se coronó con el papel de Ron Woodroof, un "cowboy" drogadicto que lucha por dar esquinazo a la muerte una vez que los médicos le diagnostican que ha contraído el virus del sida.

Echando la mirada atrás se encuentran otros ejemplos notables como los de Marlee Matlin, por Children of a Lesser God (1986); Jon Voight, por Coming Home (1978); Patty Duke, por The Miracle Worker (1962); Joanne Woodward, por The Three Faces of Eve (1957); o Harold Russell, por The Best Years of Our Lives (1946).

Los casos de Matlin y Russell son especialmente particulares. Matlin, una joven sorda de 21 años, ganó el Óscar a la mejor actriz por encarnar a una estudiante con el mismo impedimento auditivo que inicia una relación sentimental con un logopeda.

Por su parte, Russell, un veterano de guerra, hizo historia al convertirse en el primer actor no profesional y la primera persona discapacitada -perdió las manos durante unas pruebas con el Ejército- en llevarse un premio Óscar.