A Cora Páez de Topel Capriles

A Cora Páez de Topel Capriles
A Cora Páez de Topel Capriles, gran amiga de Aziz Muci-Mendoza, él le recordaba al compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach, protagonista de la película franco-italiana "Muerte en Venecia" (título original: Morte a Venezia) realizada en 1971 y dirigida por Luchino Visconti. Adaptación de la novela corta del mismo nombre del escritor alemán Thomas Mann.Se trata de una disquisición estético-filosófica sobre la pérdida de la juventud y la vida, encarnadas en el personaje de Tadzio, y el final de una era representada en la figura del protagonista.

lunes, 29 de septiembre de 2014

El mercado de subastas de arte contemporáneo superó los 2.000 millones de dólares entre julio de 2013 y de 2014, lo que supone el mejor año de su historia, informó este lunes la consultora Artprice.

El Carabobeño 29 septiembre 2014

Mercado de subastas de arte contemporáneo vive el mejor año de su historia

China representó el 40 % de las transacciones del mercado. (Foto Archivo)
EFE
El mercado de subastas de arte contemporáneo superó los 2.000 millones de dólares entre julio de 2013 y de 2014, lo que supone el mejor año de su historia, informó este lunes la consultora Artprice.
Desde la crisis de 2009-2010, cuando se registró un descenso de los precios de alrededor del 48 %, el volumen de negocios global en las casas de subastas no había alcanzado un pico similar tanto en términos de ingresos anuales como en el crecimiento de los precios.
El presidente y fundador de la compañía, Thierry Ehrmann, destacó que esto se debe a la "especulación desenfrenada" que vive el mercado actualmente, y que ya se dio entre 2004 y 2007.
"El sector moderno nunca ha sido tan competitivo", añadió Ehrmann en un comunicado en el que se precisó que la obra más cara en ese periodo, por la que se pagaron 49,2 millones de dólares, fue "Balloon Dog", del estadounidense Jeff Koons.
Por países, China representó el 40 % de las transacciones del mercado mundial de arte contemporáneo, con más de 760,8 millones de dólares, seguida muy de cerca por Estados Unidos, con 700 millones de dólares que equivalieron al 35 % del mercado.
"El negocio del arte se expande en una burbuja que no explota y su crecimiento sigue", comentó el presidente de Artprice, para quien la demanda ha aumentado hasta tal punto que se venden cinco veces más obras que hace 10 años.
El podio de los 500 artistas contemporáneos más importantes estuvo ocupado por tres estadounidenses: Jean-Michel Basquiat, con 205,6 millones de dólares; Koons, con 145,8 millones de dólares y autor de la obra más cara de este curso, y Christopher Wool, con 78,2 millones de dólares.
Artprice precisó que la región latinoamericana no superó el 0,14 % del mercado, y apuntó que los artistas locales contrarrestan la falta de visibilidad con el compromiso de grandes sociedades internacionales de ventas que apuestan por sus obras.
La representación latina estuvo encabezada en esa clasificación por el colombiano Oscar Murillo (puesto 58), con un total de 4,8 millones de dólares; por el brasileño Vik Muniz (65), con 4,3 millones, y por su compatriota Beatriz Milhazes (94), con 2,9 millones.
En esa lista se situaron también tres españoles, que ocuparon respectivamente los puestos 120, 168 y 419: Miquel Barceló, con 38 lotes vendidos por un valor de 2,1 millones de dólares; Juan Muñoz, del que se vendieron 14 obras por 1,2 millones, y Lita Cabellut, que recaudó 395.355 dólares.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Venezuela está toda gravemente enferma de la peste roja; su factor etiológico, el Socialismus pestis, su vector la ignorancia y su hospedero las ratas gobernantes.

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Elogio de la peste...

Rafael Muci-Mendoza



Venezuela está toda gravemente enferma de la peste roja; su factor
etiológico, el Socialismus pestis, su vector la ignorancia y su hospedero
las ratas gobernantes.

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A lo largo de los tiempos la peste bubónica caracterizada por fiebre, dolor
de cabeza, escalofríos, hinchazón y crecimiento inflamatorio de los ganglios
linfáticos especialmente inguinales y axilares -bubones- y finalmente
envenenamiento de la sangre -septicemia- y muerte, se ha constituido en el
arquetipo de gravísima y letal enfermedad infecciosa con enorme capacidad de
diseminación en una población dada, estimándose que más de 200 millones de
personas han sucumbido ante el embate de la bacteria que la produce: el
cocobacilo Yersinia pestis, nombre derivado de su descubridor, Alexandre
Yersin (1984) bacteriólogo franco-suizo; el vector de la enfermedad es la
pulga Xenopsylla cheopis que anida en roedores -especialmente en ratas- y
mediante las cuales la infección es vehiculizada al hombre.

Recientemente se ha recordado cómo las epidemias y la política, de forma
malsana, se nutren mutuamente al rememorarse el resonado caso de la epidemia
de peste bubónica de Caracas de 1908 que hizo su debut en La Guaira y donde
las autoridades asumieron su presencia en tono despectivo, llegando los
informes a ser considerados como ¨alarmas infundadas¨, y prueba de ello, el
informe escrito por Pedro María Cárdenas a Cipriano Castro donde asienta que
con relación a la peste, ¨hay más deseo de alarmar para el logro de
determinadas aspiraciones de lucro, que propiamente un verdadero
diagnóstico, dictado por la imparcialidad científica¨. Nuestro glorioso
bachiller Rafael Rangel, en mala hora, fue envuelto en la vorágine política;
recuérdese que Castro le había protegido y dotado su laboratorio de
numerosos aparatos e insumos; luego de haber enviado información telegráfica
de ¨no haber encontrado en los cultivos el cocobacilo de Yersin¨, la
propaganda oficial dictó la voz de ¨alarma infundada¨, lógicamente desvelada
por la rápida acción del restaurador de Venezuela... Veinte días después, en
abril de 1908 surgieron nuevos casos, se retomaron cultivos y se aisló la
bacteria. Ello condujo a la profunda depresión de Rangel y a su suicidio con
cianuro de potasio en su mismo laboratorio del Hospital Vargas de Caracas.
Nuestro venerado Maestro Félix Pifano (1912-2003), padre de la medicina
tropical venezolana, me comentó en una singular ocasión que el error de
Rangel fue el haber tomado las muestras para cultivos de bubones abiertos y
secundariamente infectados por otros gérmenes donde el cocobacilo ya no era
aislable. El venerable doctor José Gregorio Hernández le sugirió hacer
punciones en bubones íntegros, lo que condujo a la obtención de cultivos
positivos...

En la introducción de El libro negro del comunismo: crímenes, terror y
represión (1997) escrito por el Centre Nacional de la Recherche Scientifique
(CNRS), la mayor y más prestigiosa organización pública de investigación de
Francia, editada por  Stéphane Courtois, se asienta que  ¨...el comunismo
real [...] puso en funcionamiento una represión sistemática, hasta llegar a
erigir, en momentos de paroxismo, el terror como forma de gobierno¨. Las
investigaciones conducidas afirman que la cifra total de muertes... se
acerca a la cifra de cien millones¨; vale decir, una peste producida por
hombres malvados contra hombres confundidos e indefensos...

Venezuela está toda gravemente enferma de la peste roja, su factor
etiológico, el Socialismus pestis, ente de virulencia extrema, su vector la
ignorancia alimentada desde el poder y su hospedero las ratas gobernantes.
Su enfermedad es muy avanzada, en período de falla y multiorgánica, ningún
estamento social se ha librado de la pestilencia que ha envilecido el
colectivo: El denso velo de desinformación que cubre la Venezuela comunista
del infamante presente, ha atizado aún más la agravada enfermedad
espiritual, moral, ética de sus oprobiosos conductores que ha llevado a la
ruina económica y biológica de sus ciudadanos, a la miseria catastrófica, a
la castración simbólica mediante la pérdida de derechos humanos y la
intencionada carencia de escolaridad y educación, a la anomia, a la ausencia
de investigación científica, a la podredumbre judicial, al estamento militar
corrompido, al embate del hampa armada atizada y mantenida por el régimen, y
como corolario, la persecución de los que tenemos el deber de informar ante
el crecimiento exponencial de la malaria, del dengue y ahora de la fiebre
Chikungunya ante la inacción, indiferencia y supina incapacidad
gubernamental: los médicos.

¿Cuántas muertes violentas pueden contabilizarse en 15 años de
pestilencia...?, No, no me refiero a las 25 mil muertes de 2013 ni a los
4.600 homicidios entre enero y abril de 2014; les acuso del enorme
incremento de las enfermedades emergentes y reemergentes, de las endemias y
epidemias dejadas a su evolución espontánea, de las enfermedades crónicas y
sus fallecimientos prevenibles -cardiovasculares, metabólicos como la
diabetes, infecciosas como la infección por virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), la eclosión y el crecimiento de toda ralea de cánceres
ignorados, la epilepsia para la cual no existe medicación, las psicosis,
etc. -, pero particularmente la depresión y la tristeza por pérdida de la
esperanza, el luto por la privación de cercanía de seres queridos aventados
en cifra millonaria fuera del país, preciado músculo cerebral y afectivo tal
vez malogrado para siempre.

La conducción errática de la oposición por dirigentes hablachentos y de
pocas luces para inventar nuevas estrategias y hablar claro y sin miedo...
¿recuerdan aquella marcha multitudinaria de millón y medio de personas
dirigiéndose a Miraflores?, ¿Dónde están...?: por allí dispersos,
desconfiados, múltiples veces engañados: ¡Vamos a cobrar...! -nos dijeron-:
luego que ganamos las elecciones les invadió el culillo por las muertes
colaterales. ¿Qué habría sido de Venezuela si Bolívar hubiera pensado
igual...? ¿Cuántas muertes más han ocurrido desde entonces?, ¿Se justificó
el recule a última hora...? Necesitamos dirigentes valientes y arrojados
porque la pestilencia se mantiene y sigue creciendo...



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Aún así, conservo intacta la esperanza en Venezuela y su fibra democrática.
Estoy seguro que el pueblo despertará para comprender el significado del
regalo de 500 millones de dólares al África por el ilegítimo cuando en
nuestro país no hay tan siquiera acetaminofeno para paliar un dolor... ¡Una
bofetada más al dolor del venezolano!, ¡Qué inmoralidad...!

Nunca la noche es más oscura que cuando va a amanecer..., les invito pues a
resistir, a oponernos con fuerza e inteligencia a la maldad y a recordar que
la demora de Dios no es una negativa, que el tiempo de Dios es perfecto...

 rafaelmuci@gmail.comrafael@muci.com

El Instituto Nacional de Higiene tiene el registro de todos los virus, bacterias y hongos de las enfermedades que se padecen en el país. En las últimas semanas han llegado a su laboratorio, en Caracas, cavas con muestras de sangre de varios estados del país para descartar el virus de chikungunya.Este es el Saime de las enfermedades. El búnker de la inteligencia epidemiológica. Aquí está la base de datos de todos los virus, bacterias, hongos y demás padecimientos que aquejan a los venezolanos; aquí se diagnostica, se investiga, se controla y se produce. También se da el veredicto final sobre una nueva enfermedad que entró vorazmente al país: solo si aquí confirman la presencia del virus chikungunya en un paciente el gobierno nacional lo admite como un caso oficial aunque, desde de junio, las sociedades médicas han informado sobre miles de registros basados en análisis clínicos hechos en los centros hospitalarios ubicados en zonas endémicas.

Un zancudo entró al búnker de las cepas

Composición de la picadura de un mosquito transmisor del dengue y chikungunya / Foto Archivo
Composición de la picadura de un mosquito transmisor del dengue y chikungunya / Foto Archivo
El Instituto Nacional de Higiene tiene el registro de todos los virus, bacterias y hongos de las enfermedades que se padecen en el país. En las últimas semanas han llegado a su laboratorio, en Caracas, cavas con muestras de sangre de varios estados del país para descartar el virus de chikungunya. Solo allí pueden confirmar los casos admitidos por el gobierno. En la Memoria y Cuenta 2013 del Ministerio de Salud, la institución alerta sobre la urgencia de fortalecer la vigilancia epidemiológica de enfermedades emergentes y reemergentes

En la puerta del laboratorio hay personas con exámenes médicos en la mano. Todas tienen la expresión de no querer leer lo que están a punto de leer. Algunos abren el sobre rápido, para no estirar inútilmente la realidad. Otros dan varios pasos mirándolo, esperando que el tiempo modifique las palabras. Unos llaman por teléfono y leen en voz alta los resultados. La mayoría guarda el papel y sigue su camino. Pocos hacen gesto de alivio. Nadie quiere enterarse de que está enfermo.
La Unidad de Atención al Paciente del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel queda a un costado del edificio blanco del instituto, creado en 1938 por el general Eleazar López Contreras. Para llegar hay que atravesar la Universidad Central de Venezuela, pasar el Hospital Clínico Universitario y casi rozar la montaña. Es un lugar fresco, con árboles, húmedo: una pequeña
colina separada del ruido de autobuses y motos. Hay torniquetes de seguridad en la puerta principal y vigilancia. A pocos metros queda la nueva sede del Centro Nacional de Vacunas. En las salas de espera hay fotos de Bolívar, de Chávez y de Maduro. También hay vallas de la última campaña electoral del fallecido presidente. El INHRR está adscrito al Ministerio de Salud y se nota.
Este es el Saime de las enfermedades. El búnker de la inteligencia epidemiológica. Aquí está la base de datos de todos los virus, bacterias, hongos y demás padecimientos que aquejan a los venezolanos; aquí se diagnostica, se investiga, se controla y se produce. También se da el veredicto final sobre una nueva enfermedad que entró vorazmente al país: solo si aquí confirman la presencia del virus chikungunya en un paciente el gobierno nacional lo admite como un caso oficial aunque, desde de junio, las
sociedades médicas han informado sobre miles de registros basados en análisis clínicos hechos en los centros hospitalarios ubicados en zonas endémicas.
—¿Cómo es el orden de estas cavas? ¿Cuál llegó primero?, pregunta una bioanalista que sale con gorro y guantes de los únicos dos cubículos que están funcionando.
Le señalan una muy pequeña y un hombre que espera hace rato levanta la mano y dice que él la trajo. Ella la agarra y se la lleva. 
En una mesa debajo del televisor que transmite un programa de chismes de la farándula hay cinco cavas pequeñas. Algunas son plásticas de material duro y otras de un anime gastado que pareciera haber sido revolcado por el mar. Todas están identificadas con marcador: "Aragua epidemia"; "Aragua muestras"; "Epidemiología Edo Vargas", "Dtto # 1". Y no paran de llegar. "Esas cavas que están ahí son muestras de sangre que vienen de distritos sanitarios de varios lugares del país. Algunas las manda el ministerio y otras las traen otros organismos. Ha venido demasiada gente desde que salió por televisión la información de los primeros dos casos de chikungunya. Esto ha sido una locura y hay solo dos cubículos. Las muchachas están colapsadas", comenta un empleado del laboratorio del INHRR.
El lugar es pequeño, con una sala de espera con pocas sillas y la cola para tomarse las muestras se atraviesa en el área de tránsito. A las personas que piden información para tomarse una muestra de chikungunya les advierten dos cosas:
1.-Venga antes de las 6:00 de la mañana.
2.-Tiene que hacerse la prueba al séptimo día de tener los síntomas.
La razón de la primera es la cantidad de personas que va a hacerse exámenes especializados. La de la segunda varía dependiendo de quién responda: "Se nos agotó el PCR, que es el reactivo que se usa para las pruebas durante los primeros días de los síntomas y el tipo de análisis que estamos haciendo ahora necesita que la persona tenga más tiempo con el virus", dice un trabajador del laboratorio. Otra empleada da una explicación diferente: "Si el paciente tiene más tiempo con los síntomas el resultado de la prueba es más preciso". Sin embargo, en una llamada al 0-800-VIGILAN ­línea telefónica de información del Ministerio de Salud­ el operador asegura que no hay que esperar para hacerse el análisis en el INHRR. "Basta con que tenga una orden médica".
A media mañana llega un hombre con una camisa negra identificada con el logo de la Gobernación de Aragua. En la espalda dice "Salud". Tiene una cava en la mano, que pone en la mesa con las otras. "Ahí traigo de todo un poco", dice en voz alta. A partir del aumento de casos sospechosos de chikungunya y a falta de laboratorios regionales públicos con capacidad para hacer el diagnóstico de este virus recién llegado al país, por las autopistas venezolanas van y vienen hombres con cavas. El conocimiento sobre este nuevo virus transmitido por la picada de un zancudo aún está centralizado.
Alerta. La advertencia sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de diagnóstico de enfermedades en el interior del país ya la había hecho el propio INHRR. En la Memoria y Cuenta 2013 del Ministerio de Salud hay un alerta: "Desde la creación de los laboratorios de Salud Pública, en el año 1999, se ha logrado facilitar y ampliar el acceso al diagnóstico de enfermedades transmisibles a la población venezolana en todas las entidades del país. Entre estos diagnósticos se incluyen: Dengue, Rubéola, Sarampión, virus de Epstein Barr, Citomegalovirus, Hepatitis A, B y C, VIH, Chagas, Toxoplasma y Leptospire. Sin embargo, la emergencia y reemergencia de enfermedades infectocontagiosas, en muchos de los casos de impredecible predicción y prevención en el continente y el mundo, constituyen una necesidad urgente de fortalecer la vigilancia epidemiológica de las mismas, mediante el incremento de la capacidad diagnóstica y actualización científica y tecnológica del Instituto, acompañada de transferencia tecnológica y capacitación del talento humano hacia los laboratorios de Salud Pública".
En el mismo párrafo hacen referencia a otro grupo de enfermedades que están atendiendo, pero la redacción del documento no deja claro si la exhortación anterior fue solucionada: "Para ello, se lleva a cabo la vigilancia de enfermedades de notificación obligatoria, tales como: Tuberculosis, Tosferina, Botulismo, Tétano, Fiebre Tifoidea, Cólera Difteria, Brucelosis, Fiebre Amarilla, Encefalitis Equina, otras arbovirosis y algunas infecciones virales, entre otras. Asimismo, se efectúan diagnósticos bacteriológicos y
micológicos, detección de mecanismos de resistencia a los antimicrobianos y estudios de epidemiología molecular".
Estas observaciones hechas por el INHRR generaron respuestas, pero no contaban con el chikungunya y su astucia. El 22 de mayo de 2014 se anunció que por solicitud del entonces ministro de Salud, Francisco Armada, el Ejecutivo central destinaría 270.000.305 bolívares provenientes del Fondo de Eficiencia Socialista para la reestructuración del INHRR. No se explican los términos de esta reestructuración, pero el 4 de septiembre se aprobaron ­a través de un crédito adicional­ más recursos para ella y también para el
pago de nómina de los empleados: 162.000.180 bolívares. Justo un mes después del primer anuncio, el 22 de junio, se confirmó el primer caso de chikungunya importada en Venezuela. Hasta esta semana han sido reconocidos 432 casos oficiales y 3 fallecimientos (de los 9 reportados por fiebres hemorrágicas). La Red de Sociedades Científicas Médicas calcula que hay entre 65.000 y 120.000 infectados.
"En el marco de la situación crítica por la falta de divisas no sirve de mucho un aporte en bolívares. Esos son billetes de monopolio. Si voy a comprar en el mercado nacional a importadores de reactivos, por ejemplo, puedo abrir una licitación y que quede vacía porque nadie concursa. Primero, porque no tienen el insumo; segundo, porque no pueden garantizar los lapsos. Este problema hay que verlo en la dimensión de la crisis económica del país", dice el exministro de Salud Carlos Walter.
La red. Este año también se tomaron decisiones sobre la red de laboratorios. El 27 de mayo, en la Gaceta Oficial 40420, se publicó la resolución mediante la cual se delega en el INHRR la función "coordinadora, supervisora y evaluadora de los Laboratorios de Salud Pública". Se explica que el organismo será el encargado técnico de estos centros de detección y que la infraestructura, el personal y el equipamiento serán responsabilidad de las direcciones estatales de salud.
Andrés Barreto, que fue jefe de división de epidemiología del INHRR entre 1993 y 2003, asegura que en 1997 ­y no en 1999 como indica la Memoria y Cuenta 2013­ se aprobó en el segundo gobierno de Rafael Caldera la creación de esta red de laboratorios con el fin, precisamente, de descentralizar la información. ³El INHRR no podía resolver a distancia todos los problemas que se presentaban. Ya habíamos tenido la reintroducción del dengue en el país, en 1989; estaba el cólera y para ese momento había una epidemia de encefalitis equina. Veíamos que se abarrotaba muy rápidamente el laboratorio de Caracas con todas las muestras del país². En cada capital de estado, señala, comenzó a funcionar un laboratorio de salud pública para hacer diagnóstico de enfermedades de denuncia obligatoria. ³Se establecieron en 23 entidades federales. Dependían administrativamente de las direcciones regionales de salud y técnicamente del INHRR. Hasta 2003 estaban trabajando, ahora no sé cómo están".
En la página web del instituto hay una sección con un mapa de Venezuela en el que aparecen los laboratorios de salud pública por entidad. En una encuesta telefónica en los 11 correspondientes a los estados Aragua, Carabobo, Guárico, Barinas y Miranda ­donde hay más chikungunya y dengue, según el ministerio­ solo en 2 dijeron tener reactivos para dengue, que es una prueba que sirve para descartar el origen de cuadros febriles. En algunos, los teléfonos estaban desactualizados o no atendían. En ninguno se
realizaba análisis específico de chikungunya.
De acuerdo con las Memoria y Cuenta del organismo, desde 2010 hasta 2013 la mayoría de los proyectos eran cumplidos y en ocasiones sobrepasaban las metas establecidas. Pero el año pasado reconocen que en el denominado "Fortalecimiento del centro de referencia nacional y de la red de laboratorios de salud pública para el diagnóstico e investigación de enfermedades transmisibles" se produjo un descenso en el cumplimiento de las metas físicas, que solo llegó a 65%. El motivo es la disminución de solicitudes para la elaboración de exámenes y ³porque no se implementó el laboratorio de parasitología".
"Es evidente que la información que la Memoria y Cuenta presenta sobre el proyecto mencionado no da cuenta de las razones por las cuales se produce la disminución de las solicitudes para elaboración de exámenes. ¿Es acaso que la meta estaba mal formulada?", se pregunta Walter, que además precisa un dato: en las proyecciones para 2013 el INHRR había fijado una meta de
realizar 2.200.000 exámenes de diagnóstico y vigilancia epidemiológica y en las de 2014 se redujo a 1.400.000.
Muy tarde. La bioanalista del INHRR sale a buscar las demás cavas. Por lo general, son enviadas desde otros estados del país las muestras de la población más vulnerable: niños, ancianos, personas con enfermedades base u hospitalizados. Mientras avanza la mañana la sala de espera se vacía de personas que van a hacerse pruebas y se llena de las que van a buscarlas. Para conocer el resultado de chikungunya ­por ejemplo­ deben esperar siete días que, sumados a los siete requeridos para tomarse la muestra, son dos semanas de incertidumbre para los pacientes.
Oswaldo Godoy, ex director de Epidemiología del ministerio, asegura que a pesar de que no se ha admitido públicamente, la escasez del reactivo PCR para el análisis del chikungunya es real. "Falta desde hace un mes. No quiere decir que la otra prueba sea mala, pero lo ideal es hacer el diagnóstico los primeros días para mejorar la capacidad de reacción. En un país que maneja tanto dinero es inconcebible que se acabe un reactivo para el análisis de una enfermedad que estaba anunciada desde finales del año
pasado que había altas probabilidades de que el chikungunya entrara al país y que se propagara de esta forma porque al ser un virus nuevo todos somos susceptibles. ¿Por qué no prepararon a los laboratorios regionales para esas pruebas?". Ni Esperanza Briceño, presidenta del INHRR; ni la ministra de Salud, Nancy Pérez, han ofrecido declaraciones sobre las pruebas diagnósticas durante este brote. Sin embargo, fuentes del instituto aseguran que no hay escasez de reactivos. A través del Ministerio de Salud se solicitó una entrevista con Briceño que no fue respondida al cierre de esta edición.
De acuerdo con el exfuncionario, el porcentaje de casos positivos analizados por el órgano de higiene es alto. "Un resumen del 16 de septiembre del instituto dice que antes de esa fecha se mandaron a analizar 104 muestras de chikungunya provenientes de 13 estados del país. De esas, 81 dieron positivas. Eso es un porcentaje de positividad de 78%. Nada más esta semana que pasó enviaron de Aragua 8 muestras. Es inconcebible que un instituto que es un auxiliar de diagnóstico y tiene un personal altamente calificado no sea aprovechado al máximo", señala Godoy. 
Hoy comienza el Plan Nacional contra el Dengue y la fiebre Chikungunya anunciado por el Ministerio de Salud. "La convocatoria es para que nos acompañen en este trabajo de saneamiento ambiental, visitas intradomiciliarias y jornadas de fumigación internas y externas. No tenemos duda de que esta batalla la vamos a ganar", dijo la ministra. De su éxito depende la disminución del tránsito de cavas por las carreteras del país.
Aló, chikungunya
Aragua, Carabobo, Barinas, Miranda y Guárico son los estados con más incidencia de chikungunya y dengue, de acuerdo con el Ministerio de Salud. A través de llamadas telefónicas a los laboratorios de salud pública de esas regiones que están en la web del Instituto Nacional de Higiene se pudo conocer cómo está su dotación para hacer pruebas de dengue y chikungunya:
Aragua
Hospital Central de Maracay.
Teléfono celular: "Yo no estoy trabajando ya en el laboratorio. Llame a la Corporación de Salud".
Hospital Civil de Maracay.
Teléfono celular: "Mi niña, ya yo no estoy en el laboratorio, pero no hay reactivos".
Teléfono fijo: "Aún no hay reactivos. Se están recibiendo muestras en Epidemiología y en Corposalud.
Miranda
Distrito Sanitario 4
Está en reactivación por falta de personal.
Unidad Sanitaria de Los Teques
Teléfono celular: "No te sé decir pero te puedo dar el teléfono de la coordinadora del Instituto de Higiene".
En el teléfono de la coordinadora no atienden.
Teléfono fijo: No contestan.
Guárico
Dirección Regional de Salud
Teléfono celular: Atendieron y se cayó la llamada. No volvieron a responder.
Teléfono fijo: No contestan.
Hospital Rafael Zamora Arévalo, en Valle de la Pascua.
Teléfono fijo: "Para serología de dengue sí tenemos, pero de chikungunya no. Ningún laboratorio del país está haciéndola. Para el dengue tienes que tomarte la muestra en un ambulatorio y la traen para acá".
Hospital Dr. José Francisco Torrealba,
en Altagracia de Orituco.
Teléfono celular: No atienden.
Teléfono fijo: No atienden.
Hospital Francisco Urdaneta, en Calabozo.
Teléfono celular: "Quien está haciendo esa prueba es el Instituto Nacional de Higiene en Caracas. Lo que estamos haciendo los laboratorios de salud pública es el descarte de dengue".
Barinas
Laboratorio de Salud Pública.
Teléfono celular: No atienden.
Hospital General Dr. Luis Razzetti
Teléfono celular: No atienden.
Carabobo
Laboratorio de la Universidad de Carabobo.
Teléfono celular: No contestan.

Pocos riesgos. Los coleccionistas de arte venezolanos suelen inclinarse por las obras de grandes maestros ante las propuestas de autores menos conocidos. Soto, Cruz-Diez y Vigas se venden muy bien en el mercado local, lo cual se evidencia en la oferta este año en la Feria Iberoamericana de Arte, que hasta mañana podrá visitarse en el hotel Tamanaco Intercontinental.Las piezas que podrían ser consideradas como vanguardistas o rompedoras sí se encuentran presentes, pero en menor medida que los clásicos. Como The Chill Concept, galería de Estados Unidos que participa por primera vez en la FIA. Este colectivo presenta el trabajo de venezolanos como Adriana Barrios, Nina Dotti, Carlos Zerpa, Muu Blanco e Isabella Muci

La FIA se inclina por las propuestas conservadoras

mural FIA
mural FIA
Tanto las galerías extranjeras como las venezolanas prefieren trabajar con cuadros y esculturas porque es difícil vender fotografías al público venezolano 

Pocos riesgos. Los coleccionistas de arte venezolanos suelen inclinarse por las obras de grandes maestros ante las propuestas de autores menos conocidos. Soto, Cruz-Diez y Vigas se venden muy bien en el mercado local, lo cual se evidencia en la oferta este año en la Feria Iberoamericana de Arte, que hasta mañana podrá visitarse en el hotel Tamanaco Intercontinental.
Gaby Sojo, representante de Juan Ruiz Galería, cuenta que en esta edición la mayor parte de las propuestas son conservadoras, hay poco de lo contemporáneo. “En Venezuela se vende es el cinetismo. Esa es la sensación que da la feria. Tengo 17 años viniendo a la FIA y los coleccionistas en Caracas siguen comprando, pero generalmente se deciden por las propuestas de arte óptico. Tanto aquí como en Miami son las que se negocian más rápido”.
Las piezas que podrían ser consideradas como vanguardistas o rompedoras sí se encuentran presentes, pero en menor medida que los clásicos. Como The Chill Concept, galería de Estados Unidos que participa por primera vez en la FIA. Este colectivo presenta el trabajo de venezolanos como Adriana Barrios, Nina Dotti, Carlos Zerpa, Muu Blanco e Isabella Muci.  Un cuadro en el que se representa a Venezuela como un país bananero es una de las obras que más llama la atención al entrar al evento. Esta galería también muestra el trabajo de Raúl Marroquín y el colectivo Blue & Joy.
La galería LGM trajo de Colombia el arte geométrico de Danny Esquenazi, joven bogotano que trabaja con colores llamativos. Algunas piezas del creador ya se han vendido en esta edición de la FIA. “La gente en este país entiende del tema, conoce de arte, hay una cultura de coleccionismo. Por eso siempre intento venir a Caracas, aunque cada vez sea más complicado”, expresó Luis Guillermo Moreno, representante de LGM.
De las 25 galerías presentes en la feria, solo 6 son extranjeras. Llegaron de España, Colombia, México y Estados Unidos. Tanto las foráneas como las nacionales prefieren trabajar con cuadros y esculturas porque las fotografías no suelen venderse entre el público venezolano.
Entre los clásicos que se exhiben en los pasillos del salón Naiguatá del Hotel Tamanco se encuentran esculturas de Botero, Manolo Valdés y hasta el conocido Love de Robert Indiana, el mismo que se encuentra en Nueva York pero en menor escala.
Resultados. Entre las actividades para hoy, el Salón Jóvenes con fia 2.0/3 dará a conocer los resultados. Es una de las iniciativas paralelas de la feria, que sirve de plataforma abierta a los jóvenes artistas latinoamericanos para expresarse a través de los espacios virtuales. La curaduría está en manos de María Luz Cárdenas.
Mañana a las 9:00 pm finalizará la 23° edición de la FIA, que se realizó a pesar de las dificultades.
FICHA
Feria Iberoamericana de Arte
Salón Naiguatá, Hotel Tamanaco Intercontinental
Horario: hoy de 11:00 am a 9:00 pm; mañana de 2:00 pm a 9:00 pm
Entrada: 150 bolívares.
TESTIMONIOS
Luis Guillermo Moreno
Galería LGM
“En la FIA es mucho mejor vender arte, porque la gente conoce y le gusta coleccionar. He estado presente en ferias de Asia y es más complicado. Por eso siempre es motivador volver a Caracas para traer creadores colombianos”.
Aída Acuña
Asistente de la FIA
“Este año noto que el espacio es más pequeño,  pero sé que es un esfuerzo que realizan los organizadores. Veo mucho arte cinético, de Cruz-Diez, Soto, así como de los grandes maestros venezolanos. Me gustaron las propuestas”.

Las emociones públicas tienen consecuencias. Pueden acelerar la conquista de objetivos de progreso o introducir fuerzas que dividan y multipliquen las dificultades dentro de una comunidad. Si reconocemos que toda acción política presupone alguna clase de apoyo emocional, es decir, que el ejercicio de la política tiene necesidad de sentimientos, entonces pensar-los-sentimientos es una de las responsabilidades de nuestro tiempo.

Martha Nussbaum: “Buscar un bien más allá de uno mismo”

Martha Nussbaum
Martha Nussbaum
    Las emociones públicas tienen consecuencias. Pueden acelerar la conquista de objetivos de progreso o introducir fuerzas que dividan y multipliquen las dificultades dentro de una comunidad. Si reconocemos que toda acción política presupone alguna clase de apoyo emocional, es decir, que el ejercicio de la política tiene necesidad de sentimientos, entonces pensar-los-sentimientos es una de las responsabilidades de nuestro tiempo.
    Dice Martha Nussbaum: es un error ceder el uso de las emociones a las fuerzas anti-liberales. Es imprescindible la cultivación política de las emociones, si se quiere estimular a las personas a ir más allá del narcisismo inmediato o plantear caminos más complejos ante la aparición de los conflictos, que supere la tentación de denigrar o subordinar a los demás, el deseo narcisista de controlar al Otro. El amor, proyectado hacia el espacio público, puede contribuir a la estabilización de las normas básicas de la convivencia en el seno de una sociedad que aspira a la decencia.
    Se trata de un camino muy frágil. De una parte, la aspiración: cómo lograr el cultivo de emociones que impulsen a la sociedad hacia metas de progreso. De otra parte, el peligro: cómo evitar la imposición de emociones que, bajo el patrocinio gubernamental, sean exacerbadas y abran el campo a la exclusión o a nuevas divisiones, al establecimiento de ciudadanías de primera y segunda categoría. En otras palabras: un cultivo de emociones que no ocurra a costa de negar otras emociones, y que esté sometido de modo permanente al escrutinio y a la crítica, al humor y al contraste con lo heterogéneo: “burlarse de las grandilocuentes pretensiones de la emoción patriótica es una de las mejores garantías de que esta, por así decirlo, tendrá siempre los pies en el suelo, en sintonía con las necesidades de unas mujeres y unos hombres heterogéneos”.

    Concreto y particular

    En todo ello hay un fundamento individual. Nussbaum encuentra en Rawls una pista sustantiva: que es en la familia donde se conforman ciertas emociones que pueden evolucionar hacia el anhelo de una sociedad justa. Parte de reconocer que hay en el ser humano una tendencia a estigmatizar y a excluir que está presente en su naturaleza. De hecho, el derecho a la igualdad es un principio que las personas respetan de forma muy desigual. Si la adhesión de la sociedad a ciertos principios tiene un carácter coyuntural, su estabilidad no será duradera.
    Y es aquí, tras este marco de ideas, donde cabe exponer el centro del libro de Nussbaum: cierto es que las personas pueden establecer una conexión con principios elevados de convivencia, presentados como enunciados generales, pero si los mismos son conectados con recuerdos, percepciones o símbolos concretos, envueltos en lo particular, lo más probable es que la adhesión se potencie, porque ello conecta con la necesidad que tienen personas y sociedades de símbolos y relatos. Puesto que las emociones tienen un carácter ‘eudemónico’ (cada quien entiende a su modo qué significa llevar una vida que valga la pena), “la construcción válida de una emoción política debe basarse en los materiales de la historia y la geografía de la nación en cuestión”: debe hablarle a sus raíces y tradiciones.
    Nussbaum somete este cuerpo de enunciados a una cuidadosa revisión: estudia, además de algunos momentos de la historia de Estados Unidos y La India, el comportamiento de emociones como la compasión, la aflicción, el miedo, la ira, la esperanza, la inhibición del asco y la vergüenza, todo ello, a su vez, entrecruzado con los usos de la retórica política, los símbolos, las ceremonias y rituales públicos, los himnos y canciones, los parques públicos y la estatuaria, así como otras expresiones públicas que pueden actuar en la posible educación masiva de las emociones.

    El recorrido

    Como quien sigue los pasos de una infrecuente expedición, Nussbaum se remonta al Lorenzo Ponte y al Wolfang Amadeus Mozart de Las bodas de Fígaro (Nussbaum extrae una frase capitular pronunciada por Cherubino: “Busco un bien fuera de mí”); a las indagaciones de Jean-Jacques Rousseau (la posibilidad de una religión civil o de un amor civil); de Johann Gottfried Herder (sobre las siete ‘inclinaciones’ emocionales de la sociedad); Giuseppe Mazzini (su confianza en la fuerza del sentimiento nacional); Auguste Comte (soñó con una religión cuyo objeto de culto fuese la Humanidad); John Stuart Mill (detrás de cualquier principio moral hay emociones de carácter moral); Rabindranath Tagore (el cultivo del paisaje interior es la base que hace posible proyectar la ciudadanía); Walt Whitman (para alcanzar la ciudadanía hay que vencer la problemática relación que tenemos con nuestros propios cuerpos).
    Si todo ideal político tiene unas emociones que le corresponden; si la dignidad está indisolublemente asociada al respeto; si reconocemos que el principio de soberanía nacional goza de preeminencia; si entendemos que es necesario cultivar emociones que nos conduzcan “a la igualdad de respeto y tolerancia para todos los ciudadanos”, entonces todas las sociedades están en la obligación de gestionar emociones como la vergüenza, la envidia, el asco y el miedo, bajo premisas de persuasión (informal, educativa, formativa) y la coacción legal.

    Compasión y mal radical

    La compasión, la emoción dolorosa orientada al sufrimiento de otro, es reconocible en cuatro elementos: supone la aparición de un pensamiento de gravedad; asociado a un pensamiento de no culpabilidad; un pensamiento de similitud y, por último, un pensamiento eudemónico (lo que ocurre está dentro del círculo de cosas que me importan; lo que ha ocurrido pasa a personas a los que hemos atribuido importancia en nuestros pensamientos). Así, la empatía está próxima a la compasión, pero no es equivalente a ella, si no está asociada a la imaginación. La visión del dolor ajeno se experimenta de forma más intensa que la alegría ajena (Nussbaum se sirve hasta de la comparación entre la compasión animal y la compasión humana para arrojar luz sobre la condición humana).
    Sección nuclear de “Emociones políticas. ¿Por qué el amor es importante para la justicia?”, Nussbaum se detiene en la cuestión del mal radical: el deseo activo de causar daño o humillación. Inevitable, vuelve a Kant: en los seres humanos hay tendencias presociales a la mala conducta. El narcisismo y la sensación de desvalimiento humano serían factores originadores del mal radical. Autonegación: rechazo a nuestras propias limitaciones. La promoción de la moral sería insuficiente para superar la denigración del otro. Sólo el amor concede el ‘sí’, hace posible la superación del narcisismo. Como si fuese una ley: “El narcisismo no se detiene y, por lo tanto, los recursos que nos permiten vencerlo tampoco deben detenerse”. El asco es uno de los instrumentos predilectos del narcisismo, que tiene, además, el peligro de que actúa en el corazón mismo de la vida cotidiana (Nussbaum recuerda a Gandhi, quien denuncia la falsedad de la repetida inmundicia de las castas inferiores de la India). Pero no solo el asco: como ya se dijo, la envidia, el miedo y la vergüenza amenazan la estabilidad de la convivencia.

    Dos caras

    Todo el flujo de este complejo relato conceptual nos conduce a la cuestión del patriotismo, esa compleja emoción que puede ser benéfica (llama al sacrificio por el bien común), pero también malévola (ser fuente de exclusión y belicismo).El patriotismo está siempre sujeto a ser ganado por las fuerzas oscuras que subyacen en toda sociedad. Por eso debe dirigirse a las cosas concretas.
    “Para que la emotividad nacional esté dotada de verdadero poder motivacional, tiene que estar adherida a lo concreto: a unos individuos reconocidos (unos fundadores, unos héroes), a unas particularidades físicas (unos rasgos del paisaje, una imágenes y unas metáforas bien gráficas) y, por encima de todo, a unos relatos o narrativas de lucha, que impliquen sufrimiento y esperanza. Una emoción así fortalece los motivos morales, pero también puede suponer una amenaza para los principios imparciales. Esa tensión puede resolverse de dos maneras diferenciadas: extendiendo la compasión y propiciando un diálogo entre emoción y principio”.
    Nussbaum responde los argumentos que se esgrimen en contra de las emociones. Uno a uno, los recapitula y los desmonta. Avanza hacia una conclusión: la actitud de verdadero patriotismo rechaza la ortodoxia y la coerción, y promueve las libertades de conciencia y de expresión. Los ejemplos de George Washington, Abraham Lincoln, Martin Luther King, Mahatma Gandhi y Sri Pandit Jaweaharlal Nehru, sirven aquí como lecciones aplicadas a la cuestión medular de las emociones políticas proyectadas hacia discursos y acciones concretas, en cierto modo, que pueden proyectarse a la cuestión de la pedagogía del patriotismo, tema al que este libro dedica unas pocas y luminosas páginas.
    Sobre la premisa de que las sociedades necesitan gestionar la aflicción y el duelo, Nussbaum vuelve a la condición del espectador: el debate de argumentos no funciona sin la apelación constante a la imaginación. La tragedia habla de desde su fondo: el ser humano es débil y vulnerable. Al reconocerlo, es posible la aparición de estímulos que nos conduzcan a la reconciliación. Toda sociedad decente es una entidad vulnerable. Necesita de elementos que le permitan sobrevivir, superar, sanar sus heridas. Estos pueden ser discursos, pero también monumentos, parques, efemérides, fechas celebratorias. La superación del miedo, la envidia y la vergüenza, la tarea que se propuso pensar Nussbaum, es posible desde el establecimiento de una cultura política que cultive las emociones políticas. “De lo que se trata, más bien, es de que la cultura pública nos sea tibia y desapasionada, pues, de serlo, corremos el peligro de que no sobrevivan los buenos principios y las buenas instituciones: esa cultura pública debe contar con suficientes episodios de amor inclusivo, con suficiente poesía y música, con suficiente acceso a un espíritu afectivo y lúdico, como para que las actitudes de las personas para con los demás y para con la nación que todas ellas habitan no sean una mera rutina inerte”.

    Emociones políticas.
    Martha Nussbaum.
    Editorial Paidós.
    España, 2014.

    sábado, 27 de septiembre de 2014

    Por la Internet me entero con amargura acerca de la agravada evolución del síndrome febril hemorrágico, su cuota de vidas humanas, pesar y dolor, y la prohibición del gobierno de no bridar información y mantener toda la población en la más profunda opacidad como es su nefasta costumbre mientras el mal se agranda.

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    Elogio de los galeotes...

    Rafael Muci-Mendoza



    ¡...reanimarla a estas alturas equivaldría a darle masaje cardíaco a un
    muerto...!

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    A veces me da por fantasear... Viendo la sala 3 del Hospital Vargas de
    Caracas, esa que me acogió durante medio siglo, con sus desvencijadas camas
    alineadas en dos filas, mirándose las unas a la otras, precariedad sin mucha
    privacidad, colchones duros, chinchorreados en el centro, forrados de hule,
    calurosos e incómodos, ropa de cama traída de la casa o simplemente ausente,
    chores y desnudos de la cintura hacia arriba, una bandeja metálica y un
    solitario pan embarrado con mantequilla, me sentía como un cómitre, no otra
    cosa que ese sujeto inclemente que restallando un látigo dirigía la boga en
    las galeras y tenía como función el impartir el castigo a los galeotes,
    réprobos privados de toda libertad, fatigados remeros, esclavos que cumplían
    en vida la peor de todas las condenas y que por raridad, eran dispensados
    por un rey indulgente que conmutara sus penas.

    Estos míos no eran delincuentes ni purgaban como forma de pago un delito
    cometido; no, todo lo contrario, el delincuente era este régimen de mis
    tormentos, la sociedad injusta que les condenaba a purgar el delito de ser
    pobres, de no tener influencias ni palancas, de no ser cínicos bolichicos de
    maletín abultado, de no tener voz pero si voto; eran los engañados Juan
    Bimbas de antaño hechos presentes, desechos de esta triste realidad; los
    descamisados, la pura chusma, los pata en el suelo, esos para los cuales la
    copla reza, ¨pa´que se va a lavá las patas el que va a dormí en el suelo...¨
    La penumbra implantada por el chavomadurismo en el país me hace la analogía
    más pungente. La gangrena diabética que hasta hace pocos meses tenía la
    posibilidad de ser avasallada al introducir dentro de la arteria casi
    obstruida una pequeña malla llamada stent, que colocada dentro de la luz del
    vaso, al soltarla se amplía y la distiende permitiendo el paso de la sangre
    y la reperfusión de los tejidos mortificados... Ya no las hay; certezas
    existen que no las habrá por mucho tiempo, no hay divisas, no hay dólares
    con qué pagarlas. El gobierno bolivariano de mafias, ladrones y componendas
    que sufrimos, tiene dispuesto un ducto directo de divisas hacia sus
    bolsillos. Nunca se vio mayor grado de maldad. Olvídense de la mal llamada
    ¨defensora del pueblo¨, nunca arañada por una necesidad de salud. Defenderá
    a los encumbrados delincuentes de cuello rojo negando la necesidad de una
    emergencia de salud, esa necesidad que aflige y mata, y no existiendo por
    ahora, un don Quijote que arremeta con Rocinante contra los guardias y de
    certero espadazo corte las ignominiosas cadenas de los galeotes plantándole
    cara a la Santa Hermandad, esperaremos por tiempos mejores...

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    Y yo, el jefe de la sala, tengo que volver cincuenta años atrás, para en el
    ahora, avalar una amputación, hacer un pacto con la muerte y decirle que por
    favor venga un poquito más tarde para poder compensar al paciente, pues no
    hay antibióticos, antidiabéticos ni insulina... Luego seré yo el encargado
    del epicedio, de la elegía funeraria frente del cadáver de la indolencia e
    inventaré en buen castellano loas a la revolución en vez de aplicarle los
    agrios adjetivos que el diario El Universal, degradado, me censuró. Tal vez
    no necesite repetir la oración fúnebre pues cada paciente fallecido será la
    imagen en espejo del que dejó la cama aún tibia. Maduro y sus lacayos(as)
    ministros(as) de salud dictan las condenas a muerte y yo, el cómitre de la
    galera solo las hago efectivas. ¡Dios perdone mi cobardía! Los capitostes
    pletóricos de indiferencia criminal que esto leen no comprenderán mi
    indignado llanto, porque las ratas que yo sepa, no lloran ni cuando se
    muerden entre ellas.

    Mientras todo ocurre, la república cubana  y sus momificados hermanos Castro
    -entre otras naciones chupasangre-, sacos rotos que son, siguen recibiendo
    dólares venezolanos que irán a los bolsillos ávidos de la ruindad y de la
    roñosería, aunque para nada hayan mejorado la vida de sus miserables
    pueblos.

    Es el triste epílogo de la historia de la medicina venezolana y su total
    entrega y sumisión a Cuba, su desaparición ante la mirada culposa de todos y
    con ello, la muerte de gran cantidad de inocentes donde estaremos nosotros,
    también reos de culpa por poquedad y abandono; ¡reanimarla a estas alturas
    equivaldría a darle masaje cardíaco a un muerto...!

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    Y si la revolución está armada, nosotros lo estamos aún más porque nos
    asiste la razón humanitaria y el derecho de gentes. Esta es una negra noche
    que clama por el resurgir de un nuevo día de libertad, equidad y justicia,
    donde los culpables, hombres sin honor porque más que niegan la tragedia
    humana la aúpan, paguen por sus crímenes y yo, como cómitre, la gran porción
    que me corresponde por haberme hecho la vista gorda sin defender los
    derechos de mis encomendados ni llamar a una necesaria y justificada
    rebelión...

    Serán tiempos en que la luz se posará sobre Venezuela.

     rafaelmuci@gmail.comrafael@muci.com



    Addendum

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    Regreso al país con un nuevo nieto, Joaquín, de Chelita mi hija. Con saudade
    la dejo con su lindo bebé, su madre y la comadrona que por tratarse de una
    medicina socializada y gratuita, va a visitar a madre e hija diariamente y
    lo hará por largas semanas. En eso y tantas otras cosas son invertidos los
    impuestos de los británicos por sus gobernantes. Por la Internet me entero
    con amargura acerca de la agravada evolución del síndrome febril
    hemorrágico, su cuota de vidas humanas, pesar y dolor, y la prohibición del
    gobierno de no bridar información y mantener toda la población en la más
    profunda opacidad como es su nefasta costumbre mientras el mal se agranda.
    La Fiscalía pretende que permanezcamos callados, censurados, a pesar de que
    el Reglamento Sanitario Internacional, que también es ley de la República,
    tácitamente incita a las fuentes de información no oficiales a colaborar con
    la orientación y diseminación de pautas y conocimientos para preservar y
    mantener la salud de la colectividad. Más aún nos concierne a los médicos,
    que a pesar de la prohibición debemos mantenernos erguidos, al lado de
    nuestros pacientes y apegados a normas deontológicas que nos son caras y
    ellos son incapaces de comprender.   Nuestra solidaridad con el doctor Ángel
    Sarmiento, presidente del Colegio de Médicos de Aragua...

    Debemos desterrar la siembra de la mentira de quienes mal nos quieren y nos
    gobiernan...

      rafael@muci.comrafaelmuci@gmail.com

    domingo, 21 de septiembre de 2014

    Las autoridades venezolanas abordan una emergencia sanitaria acusando a la “derecha fascista”

    Medicina tropical

    Las autoridades venezolanas abordan una emergencia sanitaria acusando a la “derecha fascista”


    Una tarde de marzo de 1908, el doctor Rosendo Gómez Peraza, jefe de la medicatura del puerto de La Guaira, comentó, en el café de la estación del ferrocarril, un diagnóstico hecho por él aquella misma tarde: un caso clarísimo de peste bubónica.
    El cónsul de Estados Unidos, presente en la tertulia, pagó su cuenta, se fue derecho a la oficina del telégrafo y envió un cable a su embajador en Caracas. 
    La noticia desató la ira de nuestro dictador de entonces, el canijo, rijoso e irascible general Cipriano Castro, quien ordenó encarcelar a Gómez Peraza por propalar un alarmante infundio dirigido, obviamente, a dañar el ya menguado comercio exterior de la disfuncional república de Costaguana que todavía somos, y desacreditar, de paso, a su Gobierno. 
    Pero antes de enviar a prisión a Gómez Peraza, Castro despachó al puerto al talentoso bachiller Rafael Rangel, notable precursor, entre otros, de la bacteriología tropical en nuestra América.
    Hombre medroso en extremo, Rangel era ninguneado por la linajuda profesión médica caraqueña de entonces, acaso por no haber terminado sus estudios de medicina y también, todo hay que decirlo, por los prejuicios raciales que aún perviven, insidiosamente, en nuestro país. 
    Rangel era brillante: antes de cumplir los treinta ya había hecho aportaciones que todavía hoy nutren los manuales de bacteriología. 
    Brillante, pero mestizo. 
    Demasiado amulatado para el gusto de lo que el cantautor panameño Rubén Blades llamaría “la blanca sociedad”. 
    Por todo ello, se ha afirmado que el bachiller Rangel se sentía muy en deuda con su benefactor, el general Castro, generoso patrocinador del flamante laboratorio de bacteriología del hospital Vargas — el primero que hubo en Venezuela — del que Rangel era director jefe.
    En consecuencia, Rangel se las apañó para no detectar ni aislar la yersinia pestis, </CF>bacilo de la epidemia, y así refutar dolosamente el diagnóstico de Gómez Peraza, para regocijo de Castro, la cámara de comercio y la lonja de agencias aduanales de La Guaira. 
    Lo cual no impidió que la peste negra siguiese matando a la gente por docenas.
    Al cabo de unas semanas, el dictador tuvo que rendirse a la evidencia y Rangel pudo desdecirse de su primer informe pronunciando la palabra “bubónica” sin sufrir represalia alguna. 
    Se cerró el puerto, se declaró rigurosa cuarentena y se acometió una campaña sanitaria cuyo éxito dependió, en gran medida, de discretas visitas que Rangel hizo a la cárcel para pedir consejo al ibseniano “enemigo del pueblo” de este cuento: Gómez Peraza, el doctor Stockmann de La Guaira. 
    Pocos meses más tarde, mientras se hallaba en Europa en viaje de salud, el general Castro fue derrocado por su compadre y vicepresidente. 
    Al verse sin valedor, el bachiller no tardó en suicidarse en su laboratorio, ingiriendo una mezcla de cianuro y vino moscatel.
    El trastorno es mortal y se presenta con un cuadro febril y hemorrágico que lo hace indistinguible del dengue
    Este relato de medicina y autoritarismo tropicales me viene sugerido por la grave emergencia sanitaria que hoy atraviesa Venezuela, donde, cien años después de la peste de La Guaira, aún los generales y sus paniaguados entienden de epidemiología y finanzas públicas mucho más que los propios especialistas. 
    Y, al igual que el bárbaro Cipriano Castro, no duda en encarcelar a quien ose dar alarma de epidemia.
    Esta vez le ha tocado al presidente de la federación médica del populoso Estado de Aragua, doctor Ángel Sarmiento, a quien el gobernador del mismo Estado, Tareck El Aissami, ha acusado nada menos que de terrorismo y ha pedido a la fiscalía que se investiguen los móviles que pueda tener este “criminal bandido”, “vocero de la derecha fascista”, para pedir que se declare la emergencia sanitaria en el Estado luego de que, la semana pasada, se registren en el Hospital Central de Maracay (la capital estadal) nueve casos de una fatal epidemia, hasta ahora inexplicable para los médicos venezolanos.
    El trastorno es mortal y se presenta con un cuadro febril y hemorrágico que lo hace sintomáticamente indistinguible del dengue y del mal causado por el virus de la chikungunya africana. 
    Los pacientes mueren en un plazo de 72 horas y, mientras escribo este artículo, comienzan a reportarse casos en Caracas y otras regiones del país.
    La Federación Médica venezolana ha hecho pública su solidaridad con el doctor Sarmiento y respaldado enfáticamente su denuncia de una epidemia que requiere rápida y eficaz acción oficial en lugar del socorrido recurso de acusar a la “derecha fascista” y al imperialismo yanqui de inventar calamidades de embuste para desestabilizar al Gobierno.
    Todo esto ocurre cuando Venezuela, que en el curso de tres lustros ha transferido a Cuba alrededor de 4.600 millones de euros para pagar muy publicitados servicios médicos primarios, vive la más grave crisis de su sistema de salud en un siglo, caracterizada por una dramática carestía de medicamentos e insumos quirúrgicos y, algo más grave aún:la fuga masiva de profesionales de la medicina.
    Según la Federación Médica, más de 12.000 facultativos han emigrado a otros países, entre ellos España, en menos de una década. 
    De 1.800 jóvenes médicos graduados en 2013, afirman directivos del gremio, ya 1.100 han abandonado el país ya donde solo quedan en los hospitales desalmados terroristascomo el doctor Ángel Sarmiento.
    Ibsen Martínez es escritor.